40 años de historia y de lucha del CDDH
Por Virgilio Almánzar Estrella
Saludos hermanos y hermanas
Llevar a palabras y sintetizar 40 años de historia y de lucha del Comité Dominicano de los Derechos Humanos (CDDH) es una tarea difícil.
Un 30 de agosto del año 1982, un grupo de 19 aguerridos ciudadanos y ciudadanas decidió construir una institución que sirviera para educar y organizar a la población ante los abusos y crímenes del Estado.
De este núcleo y de los que llegaron después, la historia ha colocado en lugares importantes del Estado a muchos de nuestros miembros. Un Presidente de la República, dos senadores, tres diputados, varios síndicos de municipios y distritos municipales e innumerables regidores.
Muchos de ellos utilizaron nuestro CDDH como trampolín, abandonando y hasta traicionando nuestros principios. Sin embargo, la gran mayoría se han mantenido fieles a estos principios de amor al prójimo, en una actividad honorífica, cuya satisfacción es el deber cumplido.
Nuestra principal labor es la educación, ya que con ella podemos cambiar la conducta del ser humano y así organizar a la población para que juntos podamos ejercer con más poderío nuestro accionar. Este proceso educativo incluye a policías y militares.
Las denuncias y luchas se realizan después de agotar todas las posibilidades de resolver pacíficamente los problemas.
Hemos participado en todas las áreas de los derechos humanos: asuntos ecológicos, feministas, desaparecidos, niños, niñas y adolescentes, envejecientes, minusválidos, culturales, políticos, económicos, contra el racismo, al empleo, a una vivienda digna, a la tierra, sindicales, privados de libertad, contra los feminicidios, abusos laborales, salud, educación, a un nombre y una nacionalidad, a los migrantes.
Hemos hecho propuestas: para un nuevo sistema penitenciario, para una real y efectiva reforma policial, para una nueva seguridad social y por una Constituyente popular, democrática e inclusiva.
La solidaridad siempre ha estado presente ante las injusticias internacionales: contra el bloqueo injusto e ilegal a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Contra el genocidio israelí al pueblo palestino y la masacre de Ruanda. Ante las tragedias humanas como fue el terremoto de Haití y la Tormenta María en Puerto Rico.
El CDDH ha sentado jurisprudencia nacional e internacional. Tal es el caso de la condena de las Naciones Unidas al Estado Dominicano en el año 1985 por el apresamiento de los señores Virgilio Almánzar y Ramón Martínez, el fallo de la OEA para que el Estado Dominicano reconociera a las niñas Dilcia Oliven Yan y Violeta Bosico Cofi como nacionales dominicanas, y en el ámbito nacional: el recurso de amparo preventivo para Virgilio Almánzar, presentado por los Doctores Remberto Pichardo y Genaro Rincón en el año 2010.
Estamos organizados en todas las provincias del país, aunque en algunas no estamos en el municipio cabecera, con más de 300 grupos y equipos.
Realizamos una asamblea mensual, el primer domingo de cada mes en la sede de la Confederación Autónoma Sindical Clasista -Casc-, donde tenemos nuestro local, en la cual conocemos y decidimos los planes y las tareas a realizar, mediante la aprobación de la mayoría.
Tenemos pendientes varios casos: el primero es la desaparición y muerte de Juan Almonte y compañeros, en segundo lugar, la desaparición y muerte de Sandi Gabriel Alistar y en tercer lugar, la muerte de José de la Cruz y heridas a Ramón de la Rosa Paulino (hermano de nuestro compañero Juan de la Rosa) ocurrido recientemente en Jarabacoa.
Se nos presentan retos importantes: el de profundizar el proceso educativo y de organización de todos los sectores para que juntos busquemos soluciones a los problemas sociales, entendiendo siempre que la población es la protagonista y nosotros, sus acompañantes. Hacer hincapié con más bríos en el uso de la democracia popular en todo nuestro accionar, insistiendo en la necesidad urgente de una constituyente popular, democrática e incluyente.
Junto a nuestra CASC y otras instituciones, seguiremos luchando por la libertad sindical, derecho al empleo, un salario digno, a la tierra, a la asistencia, seguro de cosecha y precio justo.
También tenemos que luchar para lograr una vivienda digna, por una real seguridad ciudadana, disminución de los feminicidios, disminución de los abusos infantiles y contra la trata de blancas.
Es urgente la protección al medioambiente, nuestra flora y fauna, y llamar a los legisladores para que elaboren leyes más fuertes para castigar a los que destruyen el medioambiente.
Quiero rendir tributo a nuestros compañeros que hoy no están con nosotros, siendo más fieles a los intereses de nuestro pueblo.
Pueblo, aquí están parte de tus hijos que están dispuestos a acompañarte llenos de alegría, amor y compromiso en tus luchas.
Viva por siempre nuestro CDDH, muchas gracias.