7 de octubre, un prólogo improvisado y ruta a masacres
Aún sospechamos que Israel se hizo de la vista gorda para que Hamás pudiera lograr incursionar en sus territorios, en octubre del 2023, y así poner en marcha su plan de exterminio contra la Franja de Gaza y otros vecinos.
¿Es posible que luego del impacto de Hamás, tras haber penetrado a territorios judíos y causar muertes y destrucción, Israel y Estados Unidos aceptaran quedarse sin dar respuestas?
Un año después, ahí están los resultados del proyecto sangriento que Israel y sus cómplices tenían planeados, y la incursión de Hamás fue sólo un pretexto, también planificado.
Ahora, al recordar las más de 42 mil víctimas ejecutadas por la administración de Benjamín Netanyahu, se fortalece la creencia de que los crímenes y masacres contra mujeres y niños, se insertan en los cálculos israelí-Estados Unidos, de expandir su control en el Oriente Medio.
Desde Tel Aviv se supo que un general norteamericano en compañía del alto mando del ejército sionista, estaría coordinando una respuesta a los libaneses. ¿Para hoy?
En este 7 de octubre, fecha del primer año de una emotividad, que ha sido letal. ¿Cuántos muertos producirá Israel?
Eso nadie lo puede pronosticar, pero hasta ahora van más de 42 mil, sin contar los miles que están bajo los escombros, más del 60 por ciento de ellos niños y mujeres.
La masacre de Israel en un año, ha dejado unos 100 mil heridos, y millones desamparados, sin hogar, y niños sin escuelas.
Y los medios de comunicación, han tenido un sabor a sangre, han pagado un precio muy alto, pues más de 130 periodistas han caído bajo los cañones y bombas de asesinos israelíes, en su misión de dar a conocer al mundo las horribles y despiadadas masacres israelíes.
Los criminales, ni siquiera respetaban la vida de niños, mujeres, ancianos y del personal paramédico en los hospitales, que eran bombardeados como si se tratara de refugios de criminales y delincuentes israelíes.
Y peor aún, las horribles masacres israelíes en las escuelas, donde las víctimas eran miles y miles de niños y profesores, hechos criminales que no fueron condenados por los jefes de Estado, que hoy condenan la respuesta de Irán a Israel, donde sólo hubo destrucción, y tal vez, algunos que otros muertos.