Cocuyo, otra de las víctimas del sangriento dictador Rafael L. Trujillo
La Comisión de la Verdad es una necesidad
El 14 de agosto del año 1958 es un día difícil de olvidar.
Ese día ocurrió otro de los grandes crímenes de la época del tirano Rafael L. Trujillo Molina.
Fue apresado y desaparecido Rafael Mieses Peguero (Cocuyo), conspirador permanente contra la dictadura de Trujillo, fundador de la Juventud Democrática y miembro destacado del Partido Socialista Popular.
A la hora de su desaparición tenía 32 años y era el secretario general del Comité Clandestino Intramuros.
Participó, además, en una conspiración para ajusticiar al déspota de San Cristóbal.
Cocuyo recibió una salvaje golpiza durante la celebración del reinado de Angelita Trujillo, tras ser localizado, lanzando panfletos contra el régimen, desde una de las carrozas del desfile.
Tras su apresamiento, en un allanamiento a la residencia materna, de la calle Arzobispo Nouel 62, su madre no quiso jamás ingerir agua ni comida y solo se les escuchaba decir: Que le entreguen a su hijo.
Murió de inanición a los 21 días de que Cholo Villeta y otros sicarios del régimen se lo arrancaran de su regazo.
Desde ese día, 14 de agosto de 1958, jamás se supo de él,
Este caso está impune y es necesaria una investigación para llegar a conocer a los autores de este crimen.
No importa si están fallecidos o no, es solo una restauración histórica de la verdad de lo acontecido en la dictadura sangrienta trujillista.
