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AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigo, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
La salud mental es importante, ya que afecta al ser completo, es esta la razón por la que el Padre nos revela a través de la Biblia la importancia de cuidar el corazón y la mente, la rotura espiritual y el estado del alma.
El mundo se encuentra en crisis, cada vez más alejado de Dios, el hombre se corrompe constantemente y el pecado nos separa de Dios, generando males, que dañan a los demás, esto nos afecta física, mental y espiritualmente, dañando sobre todo las facultades mentales y enfermándonos.
El Señor es quien renueva la mente (Romanos 12:2) y restaura el alma (Salmo 23:3). Dios no ha dado a sus hijos «espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio» (2 Timoteo 1:7).
El hombre que vive sin paz es propenso a enfermarse mentalmente, de aquí la promesa de paz de Jesús (Juan 14:27) y la necesidad de descanso (Mateo 11:28). Así como la importancia de vivir sin temor y sin ansiedad, advertencias que nos dan las Sagradas Escrituras en (Isaías 41:10; Mateo 6:34; Filipenses 4:6; 1 Pedro 5:7).
La salud mental está ligada a la salud tanto del cuerpo como del espíritu. Tenemos un ejemplo bíblico en Elías, cuya salud mental sufrió durante su conflicto con la reina Jezabel y Dios se tuvo que ocupar de él incluso dándole tiempo para dormir, pues Dios sabía que su viaje era «demasiado» para él en su estado actual.
Jonás es un ejemplo de alguien cuya salud mental estaba ligada a las malas decisiones que tomó. Jonás llego a desear la muerte, un deseo bastante indicativo de un estado depresivo. Antes de esto, Jonás se rebeló contra Dios. Desobedeció directamente el mandato del Señor (Jonás 1:1-3), pero, aún después de que Dios lo puso en orden, su corazón no estaba en sintonía con los deseos de Dios. En lugar de maravillarse de la misericordia de Dios y alabarle por su gracia, Jonás deseó morir. Reajustarse con Dios era la única forma de que la depresión de Jonás pudiera terminar.
En algunos casos, las fuerzas espirituales externas tienen un efecto directo en la salud mental. El rey Saúl sufrió angustia como resultado de un espíritu maligno que lo atormentaba (1 Samuel 16:14). Solo encontró alivio cuando David tocó el arpa para él (versículo 23). Otro ejemplo de una enfermedad mental relacionada con los demonios es el hombre de Gergesa que vivía desnudo entre las tumbas y constantemente gritaba y se cortaba (Marcos 5:1-5). Después de que Jesús expulsó los demonios de él, el hombre estaba «en su juicio cabal» (versículo 15). La batalla espiritual había sido ganada, y la salud mental del hombre fue restaurada.
Víctor Martínez ha querido dejar claro que la salud mental como la de cualquier parte del cuerpo no está exenta de que Dios haga un milagro en alguien y la pueda sanar, pero por la naturaleza de la enfermedad y por la particularidad de su ubicación ligada al órgano principal que rige todas las funciones del cuerpo humano, además de los pensamientos y facultades que tenemos, es susceptible en algunos casos, de ser lacerada por las fuerzas del mal, sin embargo, una de las herramientas que Dios nos ha dado, además de la oración, son los tratamientos médicos agresivos y la atención esmerada para salir de tal situación.
Mañana vamos a ampliar este tema, brindándoles, además, algunas pautas que nos da la Biblia para lograr nuestra salud mental.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestro hermano David Reyes.
Hasta la próxima.