Audio: Somos diferentes, pero con algo en común
REFLEXIONES...
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
La primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 4-11, de hoy, nos dice:
“Hermanos: Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A éste le han concedido hacer milagros; a aquél, profetizar. A otro, distinguir los buenos y los malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas. El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece.” Palabra de Dios.
Todos tenemos nuestras buenas cualidades, nuestros dones y carismas que el Espíritu Santo nos ha dado, todos somos útiles y valiosos para el Señor, menospreciarse, creerse menos que los demás, permitir que tu autoestima esté aplastada, es faltarle a Dios, pues Dios no hace porquerías y te ha creado a Su imagen y semejanza, por tanto, vamos a descubrir esas fortalezas, esos dones que hay en ti.
Tal como nos dice la Palabra, existen innumerables dones, ministerios, funciones, carismas y tu tienes los tuyos, no tienes facilidad para hablar en público, pero tienes el don de intuir situaciones, tal vez el fuerte tuyo es la oración, escribir, dar amor, consolar, sonreír para transmitir alegría a otros, expresar palabras dulces y acertadas.
Manejas los números con gran destreza o tus manos para plasmar la naturaleza en el lienzo o la elaboración de hermosas manualidades, o cocinar sabrosos platos o tocar un instrumento musical o tienes el poder de sanación a través de tus manos.
Todos servimos para algo, descubre tus fortalezas y ponlas al servicio del Señor, a través del prójimo, pero no te quedes estancado, encerrado en tu zona de confort sin sentirte útil, pide al Espíritu Santo que te revele tu vocación, aquello que haces bien y que te hace sentir feliz al realizarlo con pasión y amor, tal vez es cuidar envejecientes, hacer obras de caridad, limpiar y embellecer áreas, atender plantas y animales, cuidar niños, recuérdalo, para algo Dios te ha traído a este mundo, para glorificarlo a través de cualquier oficio, profesión o trabajo.
Víctor Martínez te lo ha dicho otras veces, no permitas que nada ni nadie aplaste tu autoestima, tu vales mucho, valórate, sin importar tu condición, tus limitaciones, tu físico, o intelecto, solo tienes que llenarte de Dios que, quien está con Dios todo lo puede alcanzar.
Gracias a nuestra hermana Matilde Farach por hacer posible que, la Palabra de Dios toque corazones por el mundo entero.
Hasta la próxima.