SPM: Una provincia agonizante

Parecería que avanzar en medio de la gran hambruna, resulta más importante para los hijos del París Chiquito vivir de los recuerdos.
Al adentrarse en la ciudad de mayor desarrollo en el Este, al leer una historia que bordea la leyenda, cualquier extranjero se preguntaría ¿estoy en una ciudad o un pueblo fantasmagórico?
El Macorís del Mar, preñado de ingenios azucareros, poseedores de vastas extensiones de plantas que constituyen la materia prima para elaborar tan preciado dulzor, así como para criar una ganadería ¿en extinción?, ahora se esfuma entre la corrupción política.
Los abuelos rememoran los buenos tiempos en que llenaba de orgullo decir el número de serie para identificarse y diferenciarse. Sin embargo, ahora en medio de su miserable existencia, se resguardan en el pasado.
Si alguien preguntara que si los distintos gobiernos han soltado en banda a San Pedro de Macorís, reafirmarlo con fuerza.
La única fuente de inspiración hoy es el deporte que llena de orgullo y prestigio a la provincia, gracias a esos gigantes se conoce la otra cara de una ciudad fantasma.
Inversiones privadas con cierto brillo se han realizado entre potenciales beneficiarios del deporte y algunas rancias familias, más en el plano oficial ¿cuáles?
Hemos evitado mencionar el gran aporte a la cultura de ilustres petromacorisanos , aunque en el plano laboral y revolucionario, ¿dónde situar a Mauricio Báez?
Mientras Macorís del Mar zozobra anotando los buenos tiempos, el cantar de las armas y las ejecuciones, deberían ser el momento de abrir los ojos y dar un paso al frente, luchando.