Vergüenza debería darle y no anunciarlo como un logro
¡Dios mío! Cuando vi la información pensé que había leído mal, que me había equivocado, porque no podía ser cierto.
Lo anuncian con bombos y platillos como si de un logro del gobierno o de la institución a cargo se tratara, y lo peor es que se lo creen, y si no se lo creen, creen que los demás les creen.
Como si la ciudadanía fuera idiota, estúpida, o peor, bruta, burra e ignorante. Indigna, realmente lo acontecido, al menos, a mí me causó indignación y vergüenza ajena.
Solamente en un país como el nuestro un funcionario anuncia como un logro que un envejeciente de 122 años, ¡122!, sí señor, accede a la pensión del Estado, que se tardó 62 años en lograr un derecho que por ley le correspondía.
Vergonzoso e indignante es que se utilice a personas que merecieron estar en nómina hace cuchumil años, y además, hacer propaganda de que desde esta institución y el gobierno se está cumpliendo lo prometido.
El licenciado Juan Rosa, al que deberían darle licencia permanente, y no de conducir, sino licenciarse de la nómina del ‘’funcionariato’’ gubernamental, se presenta ante la prensa muy orondo y orgulloso de su gran logro, que un envejeciente de ¡¡¡122!!! años consiguió su pensión, como si de una dádiva se tratara.
No señor, la pensión es un derecho adquirido por haber trabajado más de 20 años en el Estado, por haber cotizado al desaparecido Instituto Dominicano de Seguros Sociales y otras, por capricho y conveniencia del gobernante de turno, que tiene esa prerrogativa, por algo es presidente de la República.