REFLEXIONES: Me quedé esperando por ti
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Pasó el día del amor, de san Valentín, de la amistad, y me quedé esperando por ti.
Abrir los ojos sin la esperanza de volverte a ver, le restaron sentido a mi día, ya las aves no cantan de igual manera, el sol ha dejado de brillar como cuando tú estabas, las noches tienen menos estrellas y te has llevado el encanto de la luna.
Me quedé esperando por ti, recuerdo cuando me decías que me amaba y que jamás te irías de mi lado, sin embargo, hoy debo aceptar que te perdí.
El día transcurrió y no recibí ni un aviso de que estabas en mí, no sentí la fragancia de tu piel, ni escuché el susurrar de tu dulce voz, musitar al oído tus palabras de amor, me quedé esperando por ti.
Vivir de tu recuerdo me ayuda a respirar, pero no calma la sed que solo tus dulces besos podían saciar. Veía corazones, flores, cupidos, oía poesías y escuchaba bellas canciones, pero me quedé esperando por ti.
Fue entonces cuando decidí buscar la fuente del amor, para saciar mi corazón afligido, con las caricias del Señor, y pude expresar: “Padre, que descubra mi soledad, para luego colaborar contigo en la salvación del mundo, me he pasado el día diciendo al amor de mi vida, me quedé esperando por ti y solo tú me has respondido con tu presencia, con tu mirada, con tus caricias, llenando mi corazón de paz y del amor que solo tú nos puede dar, gracias Dios por mostrarme que la felicidad está en mí, dentro de mí, en ese rincón del alma donde solo tú puedes entrar. Amén”
Víctor Martínez les desea a todos valorar a quien tienen a su lado y si no tienes a nadie, esperar con paciencia y entender que en la vida todo debe ser al tiempo de Dios.
Hasta la próxima
