Está escrito, rezar no es suficiente
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La crisis o estado de nervios que se vive a raíz del conflicto ruso-ucraniano, perturba el sueño de los líderes mundiales.
Y con los temores a la globalización del conflicto, hasta el papa Francisco, en repetidas apariciones en público, ha hecho énfasis en procura de llegar a un acuerdo de paz entre las partes, o lo que es igual, entre Rusia, Estados Unidos y Ucrania.
¿Rezar? Habría que ver si quienes dirigen las operaciones militares serían capaces de hacer una pausa por breves segundos para orar, y de hacerlos, ¿sería suficientemente factible?
El acto terrorista a los gasoductos Nord Stream forma parte de las atrocidades de quienes hacen la guerra y para ellos, la vida tiene menos valor que el estiércol.
Durante la segunda gran guerra, la iglesia, a instancia de Estados Unidos, trató de ser parte de la misma, sin embargo, sin disponer de un ejército, en lugar de ayudar sería un estorbo a quienes se juegan el pellejo.
Después del terrorismo insertarse en el diario quehacer de los armadores y sostenedores de guerras, la percepción conduce a la técnica de la desinformación, donde establecer la posible verdad en las noticias, resulta casi imposible, mas es la realidad de nuestros tiempos.