Manuel Jiménez, la decepción, permite que calle se convierta en taller de desabolladura y pintura

Por Kelvin Alcántara
SANTO DOMINGO ESTE. R.D.
Es una pena que en Santo Domingo Este esté huérfano, sin un alcalde capaz de enfrentar los problemas básicos del municipio.
El actual alcalde, Manuel Jiménez se hartó de cacarear y cacarear de que en su gestión no permitiría que las vías públicas fueran utilizadas por particulares.
Sin embargo, todo fue un teatro, una comedia, una falacia para lograr, en campaña, el apoyo de los ciudadanos, utilizándolos como patos en Nochebuena, para poder apoderarse de la Alcaldía de SDE.
Ya como alcalde, Manuel Jiménez, sin lugar a dudas, ha sido el gran fracaso, la gran decepción y, en estos momentos, no tiene nada que exhibir.
Las calles, sus aceras y contenes siguen siendo utilizadas por particulares, llenas de obstáculos, lo que impide el tránsito de peatones.
Tal es el caso de calle María Trinidad Sánchez, que hemos insistido en que el ASDE y su alcalde, Manuel Jiménez la tiene abandonada, al libre albedrío de sus ocupantes, que impiden, en ocasiones, el tránsito vehicular por la misma.
La calle María Trinidad Sánchez, ubicada entre la calle Curazao y la Carretera Mella, en el ensanche Ozama, ha sido convertida en un taller de desabolladura y pintura, esto, ante la mirada indiferente del flamante alcalde Manuel Jiménez, que en campaña cacareo, una y mil veces, que liberar las calles aceras y contenes de todo tipo de obstáculos.
Pero, del dicho al hecho hay mucho trecho, las promesas de Manuel Jiménez se convirtieron en fallidas ilusiones, en un engaño.
El tránsito vehicular por esa pequeña vía, de apenas una cuadra de largo, es activo, pero difícil, por la cantidad de vehículos en reparación, estacionados en ambos lados de la calle y sobre sus aceras.
Los desabolladores y pintores, en ocasiones ocupan hasta parte de la calle Curazao. ¡Qué vergüenza!
Las aceras de esa vía están prácticamente prohibidas para los peatones, que casi siempre tienen que caminar por el centro de la calle, del único carril dejado libre para el tránsito vehicular.
Protestar por el desorden vial es un peligro, porque cuando un conductor lo hace, es amenazado por algunos dueños de esa vía, que le advierten que “no jodan tanto (porque las quejas son muchas) y anden por otra calle… nosotros pagamos impuestos al Ayuntamiento».
Esa calle es utilizada como vía de escape, de desahogo, para decenas de conductores que se desvían por la misma para evitar el tapón de la Carretera Mella con Sabana Larga.
Otros la utilizan para llegar hasta el Colegio Piolín Oriental, que está ubicado en la calle Curazao, casi esquina María Trinidad Sánchez.

Pero, el caos parece un problema, que por el momento, no tiene solución, pues SDE carece de un alcalde que resuelva, que enfrente los problemas cotidianos que afectan a la municipalidad, porque Manuel Jiménez es un tente ahí, que teme enfrentar a quienes se han apoderado de los espacios públicos.
La DIGESETT, el organismo que tiene que ejecutar lo que dice la Ley 63-17, en materia de tránsito, es inoperante en SDE, únicamente existe para fiscalizar vehículos, y no todo tipo de vehículos.
Esto significa, que en materia de tránsitos, los ciudadanos en SDE están huérfanos de autoridad, tendrán que seguir pasando la de Caín, y soportar el caos vial.
Pero, como no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista, habrá que seguir soportando esta desgracia hasta que al ASDE llegue un ejecutivo, un alcalde que le duela su municipio, y esto sería en el 2024.
Manuel Jiménez es un brillante cantautor, pero como alcalde ha sido una gran decepción.