Cementerio de Los Mina: caos total y guarida de forajidos

Por Kelvin Alcántara

SANTO DOMINGO ESTE.-Abandono general para definir el estado del cementerio San Vicente de Paul, en Los Mina, es usar un calificativo ligero, y no crea el lector que no es un término correcto, sino conservador, pues ese camposanto debe ser definido como un desastre total.

De inicio, se ha convertido en guarida de forajidos y es el escenario perfecto para consumir diferentes tipos drogas. Es un nido de ratas humanas.

La mayoría de las tumbas están destruidas. Otras son utilizadas como vivienda y lecho por los viciosos. Son muchos los delincuentes que pululan en el lugar, que no respetan el descanso eterno de quienes allí moran, y han hecho residencia en el lugar.

En ese cementerio, si así pudiera llamarse, los viciosos y delincuentes imponen su propia ley. La ley del terror. Muchos nichos, incluso, son utilizados como letrinas por los vándalos.

Por eso, algunas personas definen a ese camposanto como el escenario perfecto de piperos (fumadores de drogas), ya que la regla general es el consumo masivo a cualquier hora del día.

Las señales de estas acciones delictivas están a la vista de cualquier ciudadano que se atreva a visitar el lugar y observar el interior de algunos nichos. Es tierra de nadie, abandonado, destruido e irrespetado. La basura y malezas forman parte del entorno.

Con “El Cañero”, situación se agrava

El Cementerio San Vicente de Paul, en el barrio Vietnam, sector Los Mina, Santo Domingo Este, ha sido abandonado por las autoridades, situación que se ha agravado con la llegada a la Alcaldía de este municipio de Alfredo -El Cañero- Martínez.

Personas que tienen hasta 40 años viviendo del cementerio revelan que el lugar se ha convertido, desde hace año, “en un peligro público”.

Narran que cuando Rafael Corporán de los Santos, ya fallecido, fue síndico de Santo Domingo, la cosa era diferente, pues al menos cuatro militares prestaban servicio en ese lugar y había fija una brigada para mantenimiento.

Cuentan que en época de Juan de los Santos, en el cementerio había seis serenos, posteriormente, cuatro y tras su muerte, desaparecieron.

Con la llegada de “El Cañero”, el panorama cambió radicalmente, desastre, caos total.

Cuénteme algo de este cementerio, qué me podría decir? El cuestionamiento fue hecho a una persona que se busca el sustento en ese lugar desde hace más de 30 años, ubicando nichos y realizando otras gestiones. Su respuesta fue contundente al responder:

“La gente tiene temor de visitar este cementerio, pues hay muchos delincuentes, casi todos los nichos están violados y destartalados y más del 90% de ellos, destruidos. Aquí hasta los difuntos han desaparecido”, agregó, al tiempo de señalar dos paredes por donde los delincuentes y viciosos trepan para entrar al camposanto en horas de la noche.

Quienes se la buscan en el Cementerio San Vicente de Paul esperan que algún día, “El Cañero” vaya en auxilio de los fieles difuntos que no han encontrado su eterno descanso en ese lugar y rescate el escenario para que sus cuerpos puedan reposar en paz.

Un empleado

A pesar de que el cementerio es enorme, únicamente cuenta con un empleado, quien desde hace seis años es el administrador, pero de manera interina. Este señor, de nombre Francisco Almonte, tiene más de 26 años trabajando en cementerios.

Empero, Almonte ha sido víctima de la mayor injusticia que pueda cometerse contra un ser humano.

La injusticia del siglo

A la llegada de Alfredo Martínez a la Alcaldía de Santo Domingo Este, Almonte fungía como administrador interino de los dos destartalados y viejos cementerios que existen en Los Mina. Recibiendo, por su arduo trabajo, un salario menor de 9 mil pesos.

Un día lo llamaron de la Alcaldía y le dijeron que para quitarle un poco de responsabilidad, lo dejarían únicamente como administrador del Cementerio San Vicente, en el sector de Vietnam, pero seguía siendo interino y percibiendo el mismo salario.

Pero ¡vaya sorpresa! A los pocos días, el ASDE nombró una administradora en el cementerio de Los Mina Viejo, pero con un salario superior a los 30 mil pesos. Cosas de la municipalidad y de su representante, El Cañero, quien se cree dueño y señor de Santo Domingo Este y sus espacios.