«Go home yanqui y llévame contigo…»

Cuando se incrementó la represión reformista, luego de llegar al poder el doctor Joaquín Balaguer, vimos en Las Honradas un refugio seguro.
En realidad, seguridad en una zona que para muchos era de alto riesgo, fue la garantía de sobrevivir a la represión.
Extrañamente, desde El Timbeque hasta Boroholl, es decir, desde la calle Ravelo hasta el gremio de los portuarios, no constituía una garantía para un militante en la mira del Servicio Secreto de la Policía.
Ciertamente, la zona estaba en esa época, preñada de ofertadoras sexuales, y aunque no se crea, respetaban a quienes sostenían la bandera de lucha contra el régimen.
Durante la revuelta de abril, la magia revolucionaria mostró las honradas y otras, que quizás no sean, enfrentadas al invasor.
Los ejemplos sobran, de esforzadas combatientes antes y después de abril, en Las Honradas, nombre de una calle próxima a El Timbeque, y más allá.
Había que ver cómo brillaron las unas y otras que, incluso después de empuñar el fusil contra el invasor gritaban «go home yanqui y llévame contigo».