Bloqueo de aceras, peligro para niños, ancianos y mujeres

Alcaldes y aspirantes huyen a esa realidad
Por Augusto Álvarez
Ningún aspirante a la Alcaldía del Distrito Nacional, ni de los municipios de la provincia Santo Domingo, se atreve a decir qué hará para rescatar las calles y aceras que están en poder de comerciantes informales.
Es difícil que en plena campaña electoral, aparezca quien se atreva a decir, las aceras deberán ser utilizadas por las personas, no para bloquearlas con tarantines.
Las principales vías comerciales, en los frentes de importantes establecimientos, una fritura, una improvisada sucursal de cualquier tipo, es lo que primero se observa. ¿El producto falsificado es quién nos saluda?
El comercio informal ocupa calles y aceras, y entre realidad, florece una categoría delictiva que impone temor.
En la avenida Duarte, por ejemplo, las aceras están ocupadas por tarantines. Lo mismo ocurre en la José Martí, Mella o en cualquier vías del Gran Santo Domingo.
[A los ciudadanos se les hace imposible transitar por las aceras, en cualquier calle o avenida, tanto del Distrito Nacional como de cualquier otra ciudad. Las autoridades, incluyendo las que dirigen el tránsito, permiten, ¿por misericordia?, que las mismas sean utilizadas como estacionamientos, hasta por vehículos, que están en venta.]
Y a propósito de la avenida Mella, un funcionario de Palacio que busca, reemplazar a David Collado, se dejó ver autopromoviéndose en esa vía.
Las autoridades, a nivel nacional, están acorraladas por la delincuencia de bajo vuelo que florece a la espalda del comercio informal (incluido el motoconchismo) y una prostitución multicolores.
Quienes conocieron años atrás El Conde Peatonal ¿podrían hacer una comparación despojada de consideraciones políticas del antes y el ahora?
El Conde está arrabalizado, pero allí aparece de todo lo que usted desee, un exigente turista, hasta lo que no se ve, las autoridades.
Definitivamente, el bloqueo de las aceras por comerciantes improvisados, entre ellos vendedores de vehículos, cuentan con el aval de las autoridades. ¿Se atreven a negar esa realidad?
Pero, además, el bloqueo de las aceras pone en riesgo la seguridad de ciudadanos, entre ellos niños, ancianos y mujeres embarazadas, que, ante la imposibilidad de romper ese bloqueo, se ven obligados a caminar por las calles, enfrentando el riesgoso peligro que constituyen los vehículos, que sí están autorizados a transitar por las vías.
Quisiéramos preguntar, los ocupantes de aceras, incluyendo comerciantes poderosos, ¿pagan “peaje” al igual que los dueños de “puntos de drogas” para poder operar libremente?