Gracias a Covid-19, en RD habrá más ricos

Por Augusto Álvarez
El coronavirus ha constituido una especie de trampolín para los laboratorios y la industria farmacéutica nacional.
Tocan las puertas para incrementar sus ganancias, gracias a disparar los precios de productos que podrían salvar vida.
Posiblemente estén razonando como los dueños de funerarias y fabricantes de ataúdes, los cuales no desean que nadie muera, pero ¿de qué sobreviven sus empresas si nadie muere?
La frontera entre servir al semejante, y a la vez empujarle a la fosa, desde tiempo lejano, descansan en algún lugar, donde llegó primero el juramento hipocrático.
[Es lamentable que en República Dominicana no exista un organismo capaz de frenar el alza de los productos farmacéuticos y comestibles, en medio de esta crisis provocada por Covid-19. La especulación preocupante y alarmante.]
Cómo lograron los chinos frenar en su territorio la expansión del coronavirus? Posiblemente poniendo a sus mejores científicos a poner todos sus conocimientos en buscar el freno para el COVID 19, y no buscando incrementar la muerte que causa la pandemia.
En la democracia que tenemos, los grandes laboratorios, la industria farmacéutica, la aseguradora de salud y la medicina privada, imponen las reglas del juego, y las autoridades… Gracias por nada.
Desde la primera tos que se originó en una barriada, al iniciarse el recorrido mundial de muerte de la pandemia de COVID 19, se empezaron a vender ¡los medicamentos! para la cura, y las autoridades lo saben, y no advierten al pueblo que lo están estafando.