Video: Joven muerto en la 27 seguía pasos de su padre

El Yery Cordero, acribillado a tiros la madrugada de este lunes, en la céntrica avenida 27 de Febrero, de la capital dominicana, seguía los pasos de su padre, el capo Pascual Cordera Martínez (El Chino), quien se encuentra tras las rejas, condenado por lavado de activos, producto del narcotráfico y al tráfico de armas.
Yery Cordero andaba en una jeepeta Lexus 470, que fue interceptado por dos hombres, a bordo de una motocicleta, en la avenida 27 de Febrero, entre la Winston Churchill y Fernando Arturo Defillo.
Este hecho sucedió cerca de las 4:30 de la madrugada mientras se desplazaba en dirección Oeste-Este. Era considerado un capo peligroso, calculador y frío criminal, aunque muy violento.
Así era definido por personas que lo conocieron en Capotillo, Villas Agrícolas y el ensanche Luperón.
Esta mañana, un chofer de la ruta 27 de Febrero declaró que anteriormente, en el lugar donde ocurrió el tiroteo, “a toda hora había agentes de la AMET y policías grises”.
El declarante se refirió, según explicó un sargento de la DIGESETT, que se hallaba en próximo al lugar, a un servicio especial que fue instalado a la entrada y salida de túneles y elevados, conocido como el equipo “Aguilas”, que ya fue desmantelado.
“Ese equipo”, dijo, “aunque hay que respetar las decisiones de los superiores, evitó mochos atracos”.
Cordero, de 27 años, viajaba junto a otro hombre, identificado como Kadafi Esteban Lebrón, quien fue herido de gravedad.
La Policía declaró en la mañana de hoy que Yery o Yerry Cordero Sosa, había sido detenido en abril del año 2012, con 53 gramos de cocaína y 30 mil pesos en efectivo.
La institución del orden adelantó que maneja la hipótesis de que se trató de un caso de sicariato.
Personas que comentaban esta mañana el hecho, en los alrededores de donde se originó la balacera, favorecieron de que los delincuentes “se maten entre ellos”. Empero, aseguran que esto es parte de la inseguridad que sufren los dominicanos.
“Cualquier ciudadano que hubiese pasado por el lugar, al momento de la balacera, corría el riesgo de ser víctima de una bala loca”, dijo el chofer Diógenes, quien se abstuvo de dar su apellido para no verse implicado “en este asunto”.