En el cementerio, parientes creen a ‘La Soga’ lo callaron

SANTIAGO, R.D.

En pleno cementerio San Bartolo, de Gurabo, algunos conocidos de “La Soga” comentaron que el ex oficial de la Policía Nacional, era un hombre querido por muchos y odiados por otros.

A pesar de que “La Soga” reconocía que tenía enemigos poderosos, no se cuidaba y, en ocasiones, salía desarmado a la calle.

“El teniente”, dijo uno de sus amigos, refiriéndose a Fernando de los Santos (La Soga), “pese a los casos que se le imputaban, andaba como si no tuviese enemigos”.

El ex oficial policial, vinculado a un “escuadrón de la muerte” en esa institución, fue asesinado el miércoles de múltiples disparos.

Se ha dicho que sus verdugos utilizaron un arma de guerra, una Uzi, con la cual hicieron unos 30 disparos.

Eran cuatro hombres, que se presentaron frente a la casa de “La Soga”, en dos motocicletas, precisamente a la hora en que el ex oficial acostumbraba a ejercitarse.

A De los Santos (La Soga) se le imputaban unas 30 muertes. Por esa razón, alguien dijo, durante su sepelio que su situación era “peligrosa”.

Agrega, temeroso de que alguien pueda escucharlo, que al ex oficial “lo mataron para que no hablara”.

¿Y cómo así?, se le preguntó.

“Pues, si utilizaron una Uzi, fue para que no tuviera chance de defenderse. Ya él no puede hablar. Si fue verdad que estaba implicado en 30 muertes, siendo policía, entonces, sus cómplices podrán dormir tranquilo”, respondió.

Familiares del occiso consideran que éste fue asesinado “por los cómplices” de los hechos criminales que se le imputaban.
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Decenas de personas asistieron este jueves al sepelio de “La Soga”, en el cementerio San Bartolo, de Gurabo.

Durante el recorrido, cargando el ataúd con el cadáver del ex oficial, se escuchó la canción “Me voy a otro lugar”, interpretada por El Varón de la Bachata.

Parientes de “La Soga” colocaron sobre el ataúd un tabaco y un gallo.

Hubo muchas escenas de dolor y tristeza por la muerte de un hombre, que a pesar de su negro historia, se había ganado el cariño de familiares y conocidos.

“La Soga” estaba en libertad condicional desde diciembre de 2018, a la espera de la apertura de un juicio de fondo, por homicidio.

Su muerte hizo recordar las de otros ex policías, vinculados a “escuadrones de la muerte” en su institución, que también cayeron abatidos.

Entre ellos, Ramón Darío Cabrera (Cabrerita), Moncho Enríquez y Chichí Bolón.