El Balaguer que intentó ser de sueños

Al regresar al gobierno, en 1986, el doctor Joaquín Balaguer, refirió a propósito de las cancelaciones, que no se dejaría presionar por su Partido Reformista.
Al mismo tiempo, el anciano mandatario definió como insaciables a los reformistas, pues todos buscaban una dirección general o algo por el estilo.
Entonces, el Balaguer de sus propios sueños dijo: «Llevaremos a cargos a personas capacitadas, aunque sean comunistas o de un partido radical”. Eso se atrevió a decir el infante desconocedor de su propio yo.
El doctor Joaquín Balaguer parecía estar sepultando al otro Balaguer, al que llenó décadas de terror y crímenes, y abrió tumbas para quienes quedaron a lo largo de sus últimos mandatos.
Alumnos en aulas de altos estudios, militantes revolucionarios, cayeron durante los gobiernos del doctor Balaguer, aunque el inquilino de la avenida Máximo Gómez, pretenda separar del que regresó en 1986.
Es imposible negar que en el manejo de la ironía y la farsa, entre otros atributos, el doctor Balaguer fuera un maestro, con máster en la compra de voluntades.
Fue tal su peso en la historia del maquiavelismo, que al mismo general que encargó formar la banda que sembró la muerte y el terror, posteriormente lo envió por 17 horas jefe de la Policía Nacional.
El doctor Balaguer refirió en un momento, que la corrupción se detenía en la puerta de su despacho, sin embargo, con los cambios de autoridades y al remodelar las puertas ¿a qué nivel se ha expandido la corrupción?