Nuevos penales, especial para corruptos

Por Augusto Álvarez
El refranero popular es sabio, y más lo es cuando se refiere a afilar cuchillo para su propia garganta.
Esto a propósito de la remodelación y ampliación de la cárcel de Najayo, así como la nueva penitenciaria de La Victoria y algunas que otras que, a discreción también han recibido mejoras estructurales.
En el mundo político, ya es normal las presunciones, el deseo con la realidad, y por tal o tales razones, muchos teóricos apuestan a que en Najayo y La Victoria, esperan por nuevos visitantes.
En nuestro mundo, se estila decir que entre bomberos no se pisan la manguera, aunque tal y como se anuncia en la Loto: «oye, nunca se sabe».
Algunos prisioneros han contado a familiares, que dentro de Najayo, se citan nombres de posibles ocupantes de la extensión penitenciaria, lo que no pasa de ser un mero deseo.
Es posible que algunas figuras del quehacer político oficial, hasta el 16 de agosto, tengan un lugar esperando en una de las celdas de esas prisiones, pero se debe esperar, pues es temprano todavía.
Hasta no observar la instalación de «habitaciones» acondicionadas para aires acondicionado y otras facilidades, la espera de ver cumplir a beneficiarios de actos corruptivos, se mantendrá a la espera, y hasta es posible que la montaña para un ratón.