REFLEXIONES: Hay que aguantar las burlas
Hola, amigos, ¿qué tal? Cuando una persona decide seguir al Señor, sin importar la vida que haya llevado y se deja seducir por ÉL, muchos se burlan, sobre todo los amigos de la vida mundana o los familiares más cercanos, y si intentas predicarles te desprecian y hasta se ríen. Es entonces cuando nos desanimamos y quisiéramos dejar todo eso, pero una fuerza mayor que viene de lo alto, algo que arde en tu interior no te deja, es aquí cuando se cumple lo que dice Jeremías 20.
Para vivir esta experiencia nuestra alma debe estar sedienta del Padre, sino lo bendecimos y alzamos nuestras manos con humildad para invocarlo, Él no vendrá en nuestro auxilio, tal como nos dice el salmo 62.
Para elevarnos espiritualmente a un plano de comunicación directa, profunda y efectiva con Dios, tenemos que renunciar a la carne y darle entrada al espíritu, presentarle nuestro cuerpo al Señor como culto espiritual y renunciando a la promiscuidad sexual y a los placeres mundanos, renovando nuestra mente y sacando todos los pensamientos impuros que nos llevan al pecado, así podremos discernir la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto, esto según la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12.
Para esto tenemos que apartar de nosotros el mal, las cosas del mal, y a todos aquellos que se nos acercan queriéndonos sacar del camino, al final de nada sirve ganar el mundo entero perdiendo el alma, hay que aprender a renunciar a todo lo que nos pueda separar de Dios, tal como nos dice hoy san Mateo en el capítulo 16.
Víctor Martínez piensa que no es fácil seguir al Padre, luchar contra las tentaciones, sentir vergüenza cuando pecas, humillarte teniendo que pedir perdón, pero al final esa lucha incansable nos llevará al Reino de los Cielos.
Hasta la próxima.
