REFLEXIONES: No desafiemos a Dios

Hola, amigos ¿qué tal? Le dejo a los médicos y las autoridades que se encarguen de tomar todas las medidas que de manera firme y radical deben tomar, para salir de esta seria situación que nos aqueja a todos.
Pero ya es hora de que entendamos que todo esto es algo que trasciende a lo meramente humano, todo sucede por algo, como consecuencia de acciones, situaciones, comportamientos, y por eso deseo aportar la parte que a mí me concierne para salir de esta pandemia.
Todo lo que Dios ha creado es sagrado, la naturaleza en todas sus dimensiones, las fuerzas del universo, la vida humana, todo, cuando dañamos, atentamos, violentamos, lesionamos, matamos su creación, lo estamos desafiando, desobedeciendo, hiriendo directamente su corazón amoroso.
Nuestro comportamiento incorrecto, destructivo, no solo daña toda la creación y lo daña a Él, nos daña a nosotros mismos y daña a los demás.
Cuando adquirimos consciencia de todo esto, debemos empezar a dejar de dañar, de destruir su obra, de desafiarlo, tenemos que empezar a modificar nuestros comportamientos inmorales, incorrectos, violentos, y cambiarlos por comportamientos éticos, morales, transparentes, buenos.
La humanidad se tiene que transformar, tenemos que hacer un alto en el mundo, en mi mundo, en mi mundo familiar, no podemos seguir destruyéndonos, tenemos que actuar conforme a lo que Dios manda, solo así podremos salvarnos a nosotros mismos, a nuestra familia, a nuestra comunidad, a nuestro país y al mundo entero.
Abandonemos el pecado, oremos con más fervor, ejercitemos la caridad, seamos más humildes, perdonemos y tal como nos dice la Palabra, evitemos caer en tentación y alejémonos del mal.
Hasta la próxima.