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A Danilo le salió un León que le cortó el paso a su reelección

Por Isidro Hidalgo

-II-

SANTO DOMINGO, R.D.

Cuando Danilo Medina pensaba que, por tener su Congreso, estaba navegando con el viento a su favor, en medio de la ruta, le salió un León decidido a cortarle el paso, que de inmediato proclamó: ¡ Atrás!

Ese “León” era Leonel Fernández, que seguido de un ejército de generales, con tropas, se paró frente a Danilo, y grito: “En esta ocasión, no habrá marcha atrás”.

Ahí se inició la batalla en contra de la reelección, que poco a poco iba ganando terreno, apoderándose del escenario y logrando el apoyo de diferentes sectores de la oposición, liderada por Luis Abinader, hoy presidente de la República

Reactiva la represión

Danilo quiso enfrentar la lucha contra la reelección y reactivó la represión política, que parecía cosa del pasado.

El jefe de la Policía y el ministro de Defensa, rodearon el Congreso Nacional, violentando la libertad de tránsito, tratando de aterrorizar a la oposición. Pero, se equivocaron. La lucha siguió adelante.

Recibiendo instrucciones de su jefe, el mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte, las tropas policiales atacaron a bombazos a legisladores opositores a la reelección, incluyendo a diputados del propio partido de Gobierno, seguidores de Leonel Fernández.

Este ataque, perverso, abusivo y traidor, no tuvo el efecto esperado por el hoy “honroso” mayor general en retiro.

Pero no todo quedó ahí, el jefe de la Policía montó, en la sede del Congreso Nacional, un centro de espionaje, utilizando drones para espiar a diputados y senadores, opuestos a que Danilo Medina pisoteara la Constitución e impusiera la reelección.

Tal vez esos y otros fueron los méritos obtenidos para ser puesto en retiro “honroso”, porque no fue por su papel en el caso La Mulata, ni por acontecimientos históricos ocurridos durante su jefatura, como el caso de un hombre que se “suicidó” en Santiago, estando dentro de una unidad de la Policía, con sus manos esposadas.

Los planes dictatoriales de Danilo no lograron pasar, fueron enterrados por “El León” y las fuerzas opositoras.

 Acorralado, Danilo, a quien sus amigos llamaban “Bigote”, antes de ser Presidente,  no se dio por derrotado,  continuó con sus planes de seguir en el poder,  cambiando de estrategia, aunque tenía de frente, a un “León” que era un hueso difícil de roer.

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