ACTUALIDADNACIONALESPOLITICA

Danilo perdió la batalla, pero quiso ganar la guerra

Por Isidro Hidalgo

-III.-

Cerrado el camino de la reelección, Danilo Medina no se daba por vencido, perdió una importante batalla, pero insistía en ganar la guerra.

El 22 del mes de julio del 2019, “Bigote” anuncia que no hará una reforma constitucional en busca de una nueva reelección.

Empero, seguía empecinado  cerrarle el paso al “León”.

Por eso, Danilo, con su Congreso, impuso las llamadas “elecciones primarias abiertas” en su selva, el PLD, porque sabía, que siendo las primarias cerradas, no podía impedir el pasó a “El León”, pues sabía, éste contaba con el apoyo de las bases.

Surge un testaferro

Pero, Danilo tenía otro problema, debería buscar  un testaferro, entre todos los aspirantes de su grupo.

Como buen estratega, sabiendo que entre los aspirantes presidenciales de su corriente, a la hora de la verdad, sólo uno  podría reunir las características para ser su testaferro y no lo pensó dos veces.

Desde el primer momento, se inclinó por Gonzalo Castillo, su ministro de Obras Públicas, quien fue el primero en lanzar el “cañonazo” que reclamaba su reelección, que finalmente fue derrotada por el “León”.

Medina se inventó unas encuestas, entre los aspirantes de su cuadra y, como era de esperar, ganó Gonzalo Castillo, al que bautizó como el “Penco” y prometió entregarle la antorcha presidencial.

El 6 de octubre del 2019, ocurrió lo que nunca había ocurrido en la selva morada, un gran fraude, una estafa descomunal,  que cambio la voluntad popular, en complicidad con ciertos sectores de la JCE, que permitieron se votara, de un día para otro (en algunas zonas del sur se permitió votas hasta en horas de la madrugada del día 7).

A pesar de las denuncias de fraude, la JCE proclamó ganador al “Penco”. Se impuso, aunque con trampa, la arrolladora maquinaria palaciega.

Con el viento a su favor, Danilo y sus monigotes comenzaron una campaña en contra de “El León”, algunos pedían su expulsión, otros, como el “profeta” Felucho, decían que podía irse, que el PLD como quiera era el principal partido del país.

El León se va, escoltado por un ejército…

Llegó el día, “El León” abandonó la selva morada, seguido por un contingente de seguidores, que días más tarde, el 20 de octubre,  anunciaron el nacimiento de la “Fuerza del Pueblo”.

Desde ese mismo momento, el pánico se apoderó de la selva morada, y desde esa organización, comenzaron a lanzar rayos y centellas para evitar la candidatura de Leonel Fernández, que pasó a liderar al PTD, que posteriormente cambió de nombre, siendo bautizado como la Fuerza del Pueblo.

La Fuerza del Pueblo nace como un toro, caminando, alimentándose principalmente de dirigentes del PLD.

Desde el primer momento, el “Penco” parecía un enano ante un “León” vigoroso, que inmediatamente anunció el surgimiento de Fuerza del Pueblo,  lanzó su grito de guerra: Del Palacio Nacional, ¡e’ pa´ fuera que van…!

El “León” y otros sectores de la oposición lograron unificar criterio y llevaron candidaturas comunes en municipios y provincias.

El gran fraude estaba en marcha

En febrero 15, del 2020, explotó un escándalo, en horas de la tarde. La oposición denunciaba que, desde el Gobierno y en complicidad con sectores de la JCE, se tramaba un fraude en su contra, para quedarse con el control de los ayuntamientos.

Al parecer, tal y como ocurrió en las primarias del PLD, denunciada como fraudulentas, la historia se repetiría en los comicios municipales, a través del voto electrónico.

Y la denuncia era cierta, en horas de la mañana del 16 de febrero, día en que se estaban celebrando las elecciones municipales, surgieron las irregularidades en casi todos los centros donde se estaba implementando el voto electrónico.

 Debido a esas irregularidades, después de las 11:00 de la mañana, ese 16 de febrero, desde la JCE se anunciaba la suspensión de las elecciones.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba