Asesino de Brisas del Edén recibió 8 plomazos

SANTO DOMINGO, R.D.
La Policía puso fin a la persecución del hombre, que la pasada semana estremeció a la barriada de Brisas del Edén, en Santo Domingo Este, al disparar a la cabeza de su ex mujer, de los padres de ésta y de un cuñado, que se encontraban reunidos en familia.
Una hermana de la ex pareja del asesino, que también fue herida de bala, fue la única sobreviviente. Vivió para contar lo sucedido.
Desde ese día, hasta la tarde de hoy, la Policía desató una cacería contra el criminal, que finalmente fue localizado, se resistió al arresto, enfrentando a los policías a tiros, y ya es historia.
Rubén Darío Jiménez Pérez, asesino, de 45 años de edad, recibió 8 plomazos.
Su amigo, el “taxista” José Luis Mañón, de 20 años de edad, recibió 4 plomados.
Ambos forajidos estaban en las cabañas Presidente, de la avenida San Isidro, cuando fueron sorprendidos por agentes policiales, que buscaban como aguja a Rubén Darío.

Y no era para menos, Rubén Darío estaba huyendo, dejando detrás cuatro muertos y un herido. Una familia destruida.
Los dos individuos fueron sorprendidos, en horas de la tarde, en un motel de Santo Domingo Este, en la avenida San Isidro.
Los agentes de la DICRIM llegaron hasta ese lugar, tras recibir informaciones de que un sujeto, con características similares al prófugo Rubén Darío Jiménez Pérez, autor de la masacre de Brisas del Este, estaba en ese motel.
Rubén Darío Jiménez Pérez, el hombre más buscado desde la semana pasada, cuando mató a su ex mujer, a los padres de ésta y a otro hombre, tras percatarse de la presencia policial, no lo pensó dos veces, la emprendió a tiros contra los uniformados.
Resultados: Dos agentes heridos, uno de ellos recibió cuatro disparos, el otro, tres.
Sin embargo, los agentes repelieron el ataque a tiros y mataron a los dos hombres, a Rubén Darío, el asesino de cuatro personas, y a José Luis, cómplice de sus acciones criminales.
Rubén Darío habría disparado a los agentes, desde el asiento trasero del vehículo.
El médico legista Anthony Peguero Peter, del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), certificó la muerte de Rubén Darío y del “taxista” José Luis Mañón.
A Rubén Darío le encontraron una pistola Glock debajo de su cuerpo, mientras que José Luis Mañón estaba desarmado.
Las identidades de los agentes heridos, no fueron reveladas.