El grito, ¡vamos con todo y por todos! ¿Está vigente?
La sorpresiva llegada de representantes de la Procuraduría Especializada en la Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), a las oficinas de la Cámara de Cuentas, reactiva la posibilidad de castigo a los corruptos.
Las declaraciones de Yeni Berenice Reynoso, “vamos con todo y por todos», adquirieron una mayor connotación con la llegada de fiscales a la Cámara de Cuentas, a buscar documento, ya maquillados, con el propósito de estafar al Estado por millones de pesos que, de seguro, están blindados en varios bancos.
Conocíamos de servidores públicos que han llegado al Estado a descuartizado, e incluso, se trata de ignorar el destino de empresas que deberían ser del Estado, no una herencia particular, pero que varios políticos, con visión corruptiva, la inscribieron, aunque de manera tardía, como de su propiedad.
La Fiscalía General cayó sobre la misma estructura establecida para velar por los intereses del Estado, quizás más comprometidos (los servidores de la Cámara de Cuentas) en la protección de la hoja de vida de los gobernadores corruptos, que brillar defendiendo el patrimonio estatal.
La administración del expresidente Danilo Medina, constituyó una foto similar a la de cualquier cartel colombiano o mexicano, y los propios beneficiarios de la corrupción, al disponer de todos los mecanismos de control del Estado, se sentían como peces en el agua.
De confirmarse el maquillaje de auditorías por parte de la Cámara de Cuentas, se entiende que los expertos jurídicos del Ministerios Públicos no se quedarán a mitad del camino en el cumplimiento de la ley.
