Corrupción, vergüenza y sinvergüenza
Por Augusto Álvarez
El ex presidente Danilo Medina salió una vez más de su encierro, transformado en un robot al que despojaron de sus piezas vitales.
El tremendismo del ex presidente Medina llegó al extremo de silenciar las grandes fortunas que su entorno familiar transfirió del Estado a su cuenta personal, conforme el Ministerio Público.
A juzgar por las acusaciones del Ministerio Público, los hermanos del ex mandatario sacaron del Estado, tantos millones, que hasta el mismo Danilo Medina, en su calidad de jefe de la administración Pública no puede ignorarlo, por más que trate de hacerse el chivo loco, mareando a lo que resta de militancia al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Lo que hizo el círculo familiar de Danilo Medina debe darle vergüenza al ex mandatario. Y si a Danilo Medina no le avergüenza lo que hizo su familia, en su gobierno, especialmente su hermano menor Juan Alexis Medina Sánchez, entonces, con el respeto que usted debiera merecer, es un sinvergüenza.
¿Y los uniformes?
La cosecha de corrupción durante la administración de Danilo Medina Sánchez fue tan grande, que la manta delincuencial se extendió y causó estragos en aquellas dependencias que manejan fondos del Estado.
Y para fortalecer la extendida red corruptiva, la seguridad del mandatario profundizó las zanjas para garantizar un mejor drenaje de los fondos públicos a sus cuentas bancarias, conforme a las acusaciones del Ministerio Público a los miembros de la seguridad del mandatario.
Aquí cualquier agudeza ciudadana podría entender que las limitaciones visuales del ex presidente Danilo Medina superan, en muchos aspectos, a la ceguera del doctor Joaquín Balaguer.
Señores, lo revelado por el Ministerio Público de que hasta un saco lleno de dinero fue llevado a La Vega, por un alto militar, preso en Najayo, para comprar una finca, como que da gana de reírse y, al mismo tiempo, llamar a Danilo Medina y vocearle: ¡Presidente, usted es un sinvergüenza!
