Llegó el momento de dar un gran salto en tu vida

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REFLEXIONES

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba arkadasim ¿nasilsin?

Ayer hablábamos de las diversas etapas del desarrollo en el ser humano y cómo nuestros progenitores son responsables en gran parte de lo que somos hoy.

De ellos depende nuestra felicidad, estamos marcados por el cuidado, el afecto, la educación que ellos nos han brindado, pero también por la indiferencia, por la falta de tiempo para jugar con nosotros, por la indisciplina y desorganización del hogar, y el trato recibido por ellos y entre ellos, con sus buenos o malos ejemplos.

Así es la vida, lo hecho, hecho está y no podemos cambiarlo, lo que sí podemos es romper con las creencias limitadoras de que estamos condenados a ser infelices, por culpa de ellos.

Estamos aquí y ahora, tenemos en nuestras manos nuestro propio destino, no tenemos porque estar condenados a ser como papá o mamá, o como ellos quisieron que yo fuera.

La vida es cambiante, estamos mutando todo el tiempo, nuestro sistema celular se transforma cada momento, las energías, el universo, el mundo, todo cambia, está todo en constante movimiento, entonces no debo quedarme estancado lamentándome por lo que pudo haber sido y no fue.

Víctor Martínez te invita hoy a dar un gran salto en tu vida, ya basta de estar siempre en el mismo cassette, atrévete sin importar la edad que tengas a dar el cambio, pues nunca es tarde.

Existen innumerables personalidades que han alcanzado el éxito, llegando incluso a tener grandes riquezas, ya pasados los 60 años, y soy de los que piensa que la mayor riqueza es tener el amor, la admiración y respeto de quienes te rodean por haber sembrado, en los corazones de todo el que te ha pasado por al lado, aunque sea con una sonrisa.

Y si un día alguien te lanza una piedra, devuélvesela con amor al planeta, para tapar los agujeros de los depradadores del mundo.

Recuérdalo, Dios, está en todas partes, donde quiera que vayas Él estará a tu lado, si lo llamas, llenando de rosas el camino que has de recorrer, así cuando te claves algunas de las espinas, el aroma embriagador de sus pétalos te recordará cuán hermosa es la vida.

Bendice, Padre amado en este momento a todo el que ha leído o escuchado este mensaje de amor inspirado por el Espíritu Santo.

Hasta la próxima.