La DNCD en Punta Cana y el papel de un fiscal


Por Augusto Álvarez
Lo que ocurrió en el aeropuerto de Punta Cana es una vergüenza para la República Dominicana, un abuso descarado y cobarde contra una mujer enferma, de 65 años de edad.
Esto demuestra, lo que la mayoría de los dominicanos creemos, en el país la inseguridad prevalece sobre la seguridad.
Se confirma que, no sólo la Policía Nacional constituye una vergüenza para la sociedad, peor es el papel del Ministerio Público, que está para defender a esa sociedad.
Si salieran a la luz pública lo que ocurre en el Ministerio Público, de seguro, la sociedad también estuviese solicitando el desmantelamiento y la reforma del Ministerio Público.
En importantes escándalos de drogas, como el caso de la DICAN, hay fiscales involucrados.
çY lo ocurrido en Punta Cana, no es la excepción. No es un caso aislado.
Otra vez se confirma, esta vez en el aeropuerto de Punta Cana, que los fiscales están por debajo de la autoridad uniformada, en esta ocasión, nueva vez de la DNCD.
El atropello y detención de la señora Julia Benoit Cruz, mientras se dirigía a Bélgica, en busca de salud, confirma la sospecha de que los agentes de la DNCD actúan sin importar a quienes dañan y, por encima del Ministerio Público.
El agente, el popis que se ensañó contra la señora Julia Benoit de la Cruz, ¿actuó por encima del representante del Ministerio Público, así como de su supervisor inmediato?
Se entiende que, tanto la DNCD, como la Procuraduría General de la República, a esta hora deberían estar estableciendo quién es quién, cuando de dañar honra se trata.
La edad de doña Julia, en nada contuvo el deseo del monstruo y de quienes orquestaron el cambio de equipaje, a escasas horas de un acto oficial en honor a los envejecientes, encabezado por el presidente Luis Abinader.
La actuación de los fiscales y de quienes armaron el lío de la droga para perjudicar a doña Julia, nos hizo recordar lo que ocurría, lo que se estilaba durante los años amargos de los gobiernos de Joaquín Balaguer.
Nos hizo recordar, además, cuando fue ejecutado el ingeniero Amín Abel Hasbun, en la sangrienta era del balaguerato, así como la trama de la DNCD y una fiscal, en Villa Vásquez, en época de Danilo Medina, así como la muerte de una arquitecta en Boca Chica, en este gobierno del presidente Abinader.
Ahora, el Ministerio Público ¿independiente? está a prueba, tras el atropello a doña Julia, en Punta Cana.
¿Que los agentes actúan al margen de la ley? Eso no es raro. Nada nuevo. Hay infinidades de casos, en el pasado y en la actualidad.
Lo que está incomodando a la sociedad, en este caso, es el papelazo de un fiscal, que tras observar el video de la criminal trama de Punta Cana, en perjuicio de una señora enferma, hasta con cáncer, debió enviarla de inmediato a su casa y abrir una verdadera investigación, como representante de la sociedad.
¿Cuántas maletas llenas de cocaína lograron sacar los narcotraficantes ese día, en ese o en otros vuelos?
Expertos agentes habrían utilizados K-9, cuyos olfato habría confirmado la veracidad de las afirmaciones de la señora, cuya honra, en la DNCD pretenden hacer trizas.
Los voceros de la Procuraduría y de la agencia de antinarcóticos, están en el deber de explicar el por qué dañar la honra de una dama que procura extender su vida viajando en busca de salud.
Quienes hemos observado, una y otra vez el video de Punta Cana, tenemos nuestras propias conclusiones, se quiere sacrificar a doña Julia para salvar a los verdaderos narcotraficantes.