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Suenan las campañas de la injusticia, hablan de cambio, pero aún no se ve el menudo

Por Augusto Álvarez

Difícilmente aparezca un país en el cual el uniforme supere la autoridad del Ministerio Público… Pero existe.

Sin lugar a ningún tipo de equivocación, ese país es República Dominicana.

 Donde se habla de independencia del Ministerio Público, pero esa palabra únicamente existe en el papel.

Donde se habla de cambio. Sin embargo, no se ve el menudo o la devuelta.

Todo es buche y pluma na’ ma, politiquería barata, deseo de engañar al pueblo, de hacer creer lo que en realidad no es.

En definitiva, repetir una mentira muchas veces para tratar de convertirla en una verdad. Pero, eso sí es verdaderamente imposible. No podrán lograrlo.

De que el Ministerio Público esté subordinado al uniforme, eso sí se comprobó con la detención, en el aeropuerto de Punta Cana, de doña Julia Benoit, de 65 años, tras el cambio de sus maletas, sustituyéndolas por otras llenas de droga.

Sin embargo, la rápida reacción de la señora llamó la atención de otros viajeros, cuando ella, desesperada, gritó con fuerzas: «¡Esas no son las mías!».

Cansada de buscar sanación, doña Julia conversó con sus parientes y un hijo, y todos unidos les compraron el pasaje.

Más, las autoridades se mostraron crueles y despiadadas en la terminal aeroportuaria.

Les quisieron meter gato por liebre. Aunque en un video de seguridad, el abuso quedó delatado, y a pesar de que el abuso fue comprobado, aún así el Ministerio Público le ha hecho la vida imposible.

Nos surge preguntar, ¿el Ministerio Público está para representar a la sociedad, para certificar los abusos contra ciudadanos, como el de doña Julia, o para homologar las acciones delictivas?

La propia doña Julia se sonrojó cuando un oficial de la DNCD les dijo, ¿en broma?: Sáqueme los míos.

Y ese oficial, corrupto, ¿aún sigue en las filas de la DNCD? ¿Lo interrogó el Ministerio Público?

Y el representante del Ministerio Público, actuante, y que solicitó medida de coerción contra una mujer de 65 años de edad, enferma y víctima de una crueldad que puede acelerar su muerte, después de observar el video de lo sucedido, ¿aún sigue representando a la sociedad?

Sinceramente, no entendemos eso de que tenemos un Ministerio Público “independiente”, ni de que tenemos gobierno del “cambio”.

De qué independencia nos hablan, cuando ese representante del Ministerio Público actuó legalizando una injusticia, que inició con la complicidad de las autoridades, de quienes permitieron entrar droga en la terminal de un aeropuerto, y que fue certificada por la DNCD al maltratar a una mujer que, tal vez, ni siquiera conoce la cocaína.

De qué cambio nos hablar, cuando en el país siguen ocurriendo los mismos abusos de siempre y los problemas se han incrementado.

Hay más inseguridad, y el caso de doña Julia, es un ejemplo claro de la inseguridad en República Dominicana.

¿Puede justificarse una medida de coerción en contra de una dama de 65 años, enferma, que viaja en busca de salud?

 Para nadie es un secreto que la salud, en el país, está prohibida para los pobres.

¿Puede justificarse el hecho de que en un aeropuerto dominicano, una mujer de 65 años es víctima de una crueldad que, sin lugar a dudas, se cometió para favorecer al narcotráfico?

La crueldad contra doña Julia, sin lugar a dudas, tiene nombre, se cometió un salvajismo, un crimen para proteger a quienes quisieron meterle gato por liebre a esa pobre mujer, o a las propias autoridades.

Ahora, un representante ¿de la sociedad? trata de enviar a doña Julia a morir a la cárcel.

 

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