Cómo cuidar la familia

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REFLEXIONES…

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Dios nos ha creado para que hombre y mujer reproduzcan la humanidad a través de una institución sagrada, llamada familia.

Es la familia el bastión, la célula principal de la sociedad, el lugar donde se conjugan las mejores virtudes, se fomentan los mejores valores y se comparten las más hermosas experiencias.

Tenemos el deber y la obligación de preservar la salud de la familia, esto sin importar de cuantos miembros esté formada, ni en cuáles circunstancias se ha formado o ha crecido.

Si bien es cierto que hombre y mujer deben abandonar a los padres y formar campaña aparte, como una medida saludable para crecer, no es menos cierto que Víctor Martínez piensa que una gran familia es aquella que logra preservar las relaciones armoniosas con los abuelos, hermanos, tíos, sobrinos y demás.

Si queremos una familia saludable tenemos que cuidar la formación en valores de nuestros hijos, como algo prioritario en su educación, no permitiendo que las influencias externas de esta sociedad de consumo penetren en el hogar, por eso tenemos que controlar los video juegos, el internet, las salidas de sus hijos, sus amistades, todo lo que pueda contaminar el hogar.

Otro aspecto fundamental es aprender a resolver los problemas de pareja, sin discutir delante de sus hijos, ni involucrarlos en sus diferencias. No maltratemos a nuestros hijos, tenemos que comportarnos como personas juiciosas y equilibradas, por eso es importante que, la familia tenga un psicólogo, que los oriente siempre y los ayude en estos momentos.

Sugiero elaborar entre todos la misión, la visión y los valores que deben caracterizar a su familia, las normas claras y precisas que se deben cumplir y las sanciones que se aplicarán en caso de incumplimiento.

Recordemos, además, que Dios debe ser el centro del hogar, orar juntos, asistir a la Iglesia, al templo, a la comunidad, donde sea que se puedan congregar, es importante para el desarrollo armonioso de la familia, jamás salgan en la mañana sin pedir protección y agradecer a Dios, poniéndose todos en su presencia.

Por último, mis queridos oyentes, no dejen de escuchar todos los días los Mensajes de Amor inspirados por el Espíritu Santo, que gracias a nuestros colaboradores y patrocinadores hemos podido sostener, ojalá tú que me estas escuchando, te unas a nuestro pequeño grupo de colaboradores.

Este mensaje de hoy ha llegado a ustedes gracias a la familia de un exalumno agradecido.

Hasta la próxima.