El fin de mis mensajes no puede llegar

  AYDAME A SALVAR UNA VIDA  

REFLEXIONES…

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Nueve años escribiendo todos y cada uno de los días han generado más de 3000 mensajes de amor Inspirados por el Espíritu Santo, que llegan a miles de personas en todo el mundo, debo dar muchas gracias a Dios por utilizarme como vehículo para ayudar a salvar la vida de tantas personas, que con el bálsamo de amor del Espíritu Santo han logrado a través de mis palabras, recibir orientaciones, salir de estados depresivos, recibir avisos, ideas aclaratorias, pensamientos saludables que han evitado elegir el camino incorrecto e incluso optar en algunos jóvenes por quitarse la vida.

Tengo innumerables testimonios de todos estos años que le han dado sentido a esta ardua labor de levantarme todos los días a las 5 de la mañana, invocar al Espíritu Santo y dejarlo que me anime, me inspire y me instruya para dirigirme a ustedes.

Hoy, estoy preocupado, pues la elaboración de los mensajes de amor tiene un costo, el equipo que los edita para su publicación, la página web, la adquisición de nueva computadora y equipos de sonido para grabarlos y una serie de detalles que gracias a la colaboración de algunos hemos logrado mantenernos durante estos nueve años.

A veces pienso que si mis fieles oyentes se animaran e hicieran algunas donaciones por escuchar los mensajes de amor, no solamente lográramos subsistir, sino también continuar ayudando a las tantas personas que nos piden medicamentos para salvar sus vidas.

Hago un llamado en estos momentos a amigos que tienen empresas o instituciones, busco patrocinio para que los mensajes lleguen gracias a ustedes, como cortesía de sus empresas.

Víctor Martínez está tranquilo, pues Dios proveerá, eso me consta y las cosas que vienen de Dios perduran siempre en el tiempo. Ojalá mis queridos oyentes se animen ustedes a patrocinar los mensajes, aunque sea un mes del año 2023 como forma de diezmar a los asuntos del Señor, sé que Él se lo devolverá engrandecido.

Hasta la próxima.