La Palabra de Dios en el Islam y el Cristianismo
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REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Uno de los valores que más resaltan del profeta Jesús, como muchos quieren llamarle, era su valentía para llamar a Dios, Padre, delante de todo el mundo y sin importarle lo que de Él pensaran, esa actitud despertó celos, coraje, juicios en su contra, pues llamarse el Hijo de Dios era una osadía para muchos, una falta de respeto, que generó innumerables protestas, creando divisiones y generando otras corrientes religiosas, incluso como el Islam.
San Pablo, por ejemplo, decía en la 1 carta a los Corintios 1, 23: “Nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles”.
El Corán, por ejemplo, libro sagrado, es una de las fuentes de este gran movimiento de protesta, pues si bien es cierto que en el cristianismo la figura de Cristo, revelada en las Sagradas Escrituras, es el centro de la fe, no es menos cierto que ese centro lo ocupa en el Islam, el Corán.
En un tratado escrito por la Hna. María Addolorata, en diálogo religioso, expresa que, “para los musulmanes es la «palabra de Dios», escuchada, aprendida y transmitida por Mahoma. Para el musulmán ortodoxo el Corán tiene la misma dignidad que el Verbo, la palabra de Dios increada, en la doctrina cristiana. Entonces, así como decimos que Dios se ha hecho hombre y hablamos de Encarnación, para describir la creencia musulmana respecto al Corán, tendríamos que decir que Dios se ha hecho libro y que este libro es el Corán”.
En la revelación cristiana, el redactor del texto sacro es al mismo tiempo co-autor con Dios y escribe bajo el influjo del Espíritu Santo. Se habla entonces, en la Biblia, de «inspiración». Es decir: «Dios se valió de hombres elegidos, que usaban todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito, todo y solo lo que Dios quería» (Dei Verbum 11).
“Cuando un cristiano abre el Evangelio, lee: Evangelio de Jesucristo según Mateo, Marcos, Lucas o Juan. Este según, es esencial y el estilo de uno y otro evangelista es bien reconocible. En el Islam en cambio, el Corán no es considerado solo un texto revelado, sino descendido, sobre Mahoma. El texto sería simplemente la trascripción literal de un Corán «increado» que se encuentra desde siempre en Dios, y que es «descendido» bajo la forma de un Corán histórico.
En efecto, en el Corán el «autor humano» está casi «desaparecido». No Mahoma, sino Allah, habla en primera persona con un plural majestuoso: «¡Nosotros!» Y se dirige a su maravillado profeta con un imperioso » ¡di!», o sea: «Dile a tus conciudadanos, este mensaje…». Esto se da desde el inicio hasta el final del Corán. Nos encontramos ante un largo monólogo divino que no admite ningún modo de respuestas, el «mudo» interlocutor debe solo escuchar y después «decir», el mensaje a los suyos. Para los musulmanes la mera idea de que Mahoma pueda ser autor del Corán es juzgada blasfema.
Por lo tanto el Corán es un texto radicalmente diverso de la revelación bíblica en el estilo y en la estructura. En la Biblia es cierto que Dios de tanto en tanto habla en primera persona (por ejemplo, en los libros proféticos) pero en general predomina la narración en tercera persona, y emerge inevitablemente la personalidad del hagiógrafo.
Hablar de «libro inspirado» por Dios seria para los musulmanes reducir el Corán, a menos que no se entienda una inspiración directa y literal, al modo de un dictado. Mahoma no es considerado, por tanto, el autor de este libro, sino el que registra en su memoria para después recitarlo delante de sus seguidores.”
Víctor Martínez está viviendo su fe, entre el Corán y la Biblia y puedo testimoniar que ambos, libros sagrados, me sirven de inspiración, de guía, de luz, para conducir mis pasos en este nuevo mundo de Dios.
Sigo pensando que Dios está en todas partes, en todas las modalidades, en todas las culturas, razas, religiones y corazones. ¡Viva Dios! Dichosos los que los han encontrado.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias a un exalumno muy agradecido.
Hasta la próxima.