ACTUALIDADNACIONALESReflexionesRELIGION

Audio: ¿Te gustaría escuchar a Dios?

 AYUDAME A SALVAR UNA VIDA 

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

En innumerables lugares de todos los libros sagrados, de todas las religiones, se insiste en la importancia de leer y meditar la Palabra de Dios.

 Por ejemplo, en las lecturas católicas de hoy, en la Biblia, Nehemías, el salmista y Lucas insisten en la lectura y la meditación de la Escritura, para que el pueblo restaurado tras el exilio inicie su nuevo caminar, se le recomienda hacerlo con la lectura del libro de la ley.

 Otro aspecto importante es ver cómo tanto Nehemías como Jesús insisten en el “hoy” , en el presente, no en el pasado, ni en lo creemos que vamos a vivir en el futuro, es hoy, como día consagrado a Dios, como tiempo de salvación, como ocasión para la alegría y la celebración. Formando un solo cuerpo con Cristo.

El profeta Nehemías, en su capítulo 8, nos exhorta a adoptar una actitud de fidelidad, atención y respeto ante la Palabra de Dios. De la misma manera que nos hace el llamado a escuchar la Palabra de Dios, a respetarla, poniéndonos de pie, levantando las manos, inclinándonos y adorando al Señor rostro en tierra, postrados, nos invita incluso a no estar tristes y compartir nuestra comida con el que no tiene.

Es el salmo 18, incluso el que nos resalta el valor de la Palabra de Dios, cuando nos dice:

“Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante.   Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.   

La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.   

Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío.”

Es entonces en san Lucas 1, donde se nos muestra cómo Jesús fue a Nazaret, donde se había criado, volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca, pues enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan, era esta su costumbre los sábados, y se ponía en pie para hacer la lectura.

Una de sus lecturas del libro del profeta Isaías, decía: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.”

Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: “Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír”

Víctor Martínez piensa que son estos más que testimonios que nos muestran la importancia de escuchar a Dios, a través de Su Palabra, de ponerle atención, de recibir sus orientaciones, su luz, su guía.

Me apena ver que en los hogares de muchos no existe una Biblia, no se lee la Palabra, a nadie le interesa lo que el Señor le quiere decir, sin embargo, luego se quejan, porque dicen que Dios no los escucha.

Gracias a la hermana Matilde Farach por hacer posible que la Palabra de Dios llegue a todos ustedes.

Hasta la próxima.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba