En campaña, Abinader prometió cambio, pero no trajo menudo

Buenos días…..

Todos los días hay escándalos y más escándalos en el país, y la sociedad se está hartando de tantas atrocidades.Algunos sectores parecen no despertar de su letargo sueño, del ¡cambio! que en campaña prometieron el PRM y Luis Abinader, pero, lamentablemente, llegaron sin menudo.
Es una vergüenza, pero gigantesca, el almuerzo escolar que se sirve a niños y niñas, en una escuela del sector Vista del Valle, en San Francisco de Macorís.
Los estafadores de ese almuerzo tratan a esos niños como si fueran cerdos para engordar. Es una lástima que en este país no haya autoridad, y todo anda manga por hombro.
Mientras el ministro de Agricultura pinta, como maravillosos los campos dominicanos, los productos agropecuarios suben y suben de precios.
En República Dominicana no hay control de nada, vivimos en un ambiente de inseguridad y mentiras, estafando con falacias a la población, pintando palomitas en el aire y diciendo en los medios, todo lo contrario de lo que realmente está sucediendo. Y eso se refleja con mayor índice, en materia de seguridad. Ojo con eso, y lo comprobará.
El gobierno, el presidente Abinader, si es verdad está deportando haitianos ilegales, deben quitarle a la Policía Nacional el papel de perseguir a esos ilegales, y dejar esa misión, exclusivamente a Migración.
En la Policía, han descuidado la persecución de los delincuentes, su labor de prevenir las acciones delictivas, porque sus agentes están concentrados en perseguir haitianos, y despacharlos desde los mismos cuarteles, los que pagan, y si no tienen dinero o prendas preciosas, son enviados a Migración. El negocio del siglo.
Pero, además, si el gobierno realmente está interesado en expulsar de nuestro territorio a ilegales haitianos, que poco a poco se están apoderando del país, debe comenzar a eliminar las mafias de traficantes que existen en todas las ciudades fronterizas, y un poco más allá, pero en territorio dominicano, con conexiones en Haití.
Es una vergüenza que los propios haitianos digan que para ir de vacaciones a su país, pagan entre mil y tres mil pesos de pasaje, dependiendo el lugar donde estén ubicados, y para retornar, entre 20, 25 y 40 mil pesos.
Esas mafias hay que terminarlas, y en ellas hay militares y funcionarios involucrados. ¿O es que desconocen que en los pueblos fronterizos hay centros de acopios para recibir a los haitianos que entran ilegalmente al país, donde los mantienen ocultos hasta por 48 horas?
¡Cógelo, Picante!, estuvo en Elías Piñas, y allí el tráfico de haitianos ilegales, y el traslado a cualquier punto del país, está garantizado. Pero, además, hay lugares donde se protegen a esos inmigrantes.
¡Atención, presidente Abinader! En la calle se dice que usted, en la oposición, cantó como un gallo de calidad, tronó contra la delincuencia, pero en el gobierno ha actuado como un gallo manilo, se ha dejado tumbar el pulso de los desfalcadores policiales.

En materia de seguridad, la sociedad dominicana continúa como un barco a la deriva, a pesar de los cambios y procesos de reforma, con que usted, presidente Abinader, se comprometió en campaña.
En campaña, Abinader prometió, una y mil veces, garantizar el libre ejercicio de todos los ciudadanos en el territorio nacional. Y ahora, en su gobierno, 4 años y seis meses después, el tránsito, por dondequiera, parece estar supervisado, bajo control de la delincuencia.
¿Y ustedes saben, por qué ocurre eso? Nada más y nada menos, por la incapacidad del gobierno de Abinader al designar en la Dirección General de la Policía a personas incompetentes, desde que llegó al poder, salvo una pequeña excepción.
Actualmente, la Policía Nacional, bajo la dirección de Guzmán Peralta, es un barco sin rumbo, sin brújula, un carro sin freno y sin control. ¡Qué vergüenza!
¿Cómo es posible, que la Policía Nacional, la institución, sin lugar a dudas, más importante después de la Presidencia, en materia de seguridad, esté en mano de un hombre sin ningún tipo de capacidad, y peor aún, rodeado de un grupo de aspid?
En la Policía, para dónde quiera que usted mire, Presidente, sus intereses, los intereses de la Patria, la seguridad ciudadana, están en manos de policías con un pasado oscuro.
Presidente, cuando usted vaya el próximo lunes al Palacio de la Policía Nacional, haga el ejercicio. Mire lo que tiene al frente, la Dirección General. Observe a su izquierda, al subdirector general y director de Recursos Humanos, y a la derecha, al inspector General. Quieres su historial. Pida el historial de cada uno, nosotros lo tenemos, y comprobará que constituyen una vergüenza para la nación.
Nos vemos, tenemos un encuentro con varios oficiales generales en retiro, y posteriormente, con un activo, este último, fuera de la ciudad.
Si el general Eddy Pérez Peralta, o cualquier otro, quiere que bajemos la guardia, que actúen correctamente, enfrentando la delincuencia, dentro y fuera de la Policía.

Y mañana, regresaremos a Santiago…