Persecución y abusos contra dirigentes de los derechos humanos
La labor de los activistas de los derechos humanos es lograr que el Estado garantice el pleno ejercicio de todos los derechos de los ciudadanos, sin importar color, raza, etnia, confesión religiosa, idioma o nacionalidad.
Quien tiene el monopolio de poder es el Estado. Justicia, Cámaras legislativas, policías y militares, y es a él a quien le corresponde, reiteramos, que se ejerzan totalmente los derechos de la población.
Nosotros somos vigilantes de la aplicación de los derechos humanos enarbolados en la Constitución y las leyes del país.
Cuando algún miembro del Estado viola los derechos de uno o más personas, y nosotros los enfrentamos, ellos devuelven su accionar contra nosotros tratando de eliminarnos o neutralizarnos, para poder seguir transgrediendo los derechos .
Los desalojos ilegales dejan mucho dinero, para aportar los uniformados necesarios y para facilitar el saqueo que realizan los vándalos que los acompañan.
No quieren que el pueblo conozca que siguen con las «redadas» de ciudadanos y motocicletas que tienen sus papeles y que esa es otra fuente de recursos.
Que apresan 10 indocumentados y solo llegan 2 al cuartel, por supuesto, los que no tienen «sus chelitos».
Esto ocasiona la embestida que tiene un sector de la Policía contra nuestros miembros.
Esperamos que esto se corrija pronto, debido al gran daño que le produce a la ciudadanía y al propio gobierno.
