Alteran estadísticas para impresionar al presidente Abinader

Casi todos los lunes, bien temprano, se presenta el presidente Luis Abinader al Club de oficiales de la Policía Nacional, ubicado en la sede principal de esa institución.
Allí, el jefe de Estado se reúne con los altos mandos policiales, los responsables de las diferentes áreas de trabajo, así como con el ministro de las Fuerzas Armadas y sus cuerpos investigativos.
Además, con la ministra de Interior y Policía y su equipo, una representación del Ministerio Público y algunos representantes de organizaciones sociales.
Ahí se presentan los datos estadísticos de lo ocurrido en la semana: muertes, heridos, accidentes, atracos, robos y otras violaciones.
Sabemos que son pocos los casos de robos o atracos que se notifican a los destacamentos por la falta de confianza de la ciudadanía.
Además, para notificar un hecho delictivo, como robo o asalto, el ciudadano tiene que perder varias obras, y nunca ve resultado.
Dentro de los asistentes tenemos las pruebas y confesiones que uno de los presentes ordena a sus agentes que tienen que rendirle «buenos números» a los responsables de las diferentes áreas sobre la cantidad de detenidos e investigados, de los motores y vehículos «depurados» por «falta» de algún documento y cualquier otra novedad que favorezca un «buen informe».
Para esto se detienen las redadas ilegales a ciudadanos comunes y que no han cometido ningún hecho punible.
Es ahí, se reportan una cantidad abultada para demostrarles al presidente y a sus superiores que «están trabajando».
A todo esto se le agregan los motores y vehículos retenidos con todos sus papeles en regla, pero se informa que fueron detenidos sin papeles, cuando todo sabemos que esto es falso.
Esto deja mucho dinero, pero hace un gran daño a las autoridades, a la imagen de las instituciones, como la Policía Nacional.
Lo peor es la detención de decenas de indocumentados, y tan pronto llegan a los destacamentos en unidades, son despachados, en algunos casos por «la multa» de hasta 18 mil pesos. Un gran crimen.
En verdad esto duele denunciarlo, debido al esfuerzo personal del presidente Abinader, quién está haciendo grandes esfuerzos económicos, y este general le está sacando la lengua a todos.
La “reforma policial” no ha llegado a su despacho y nosotros hemos aguardado mucho tiempo para poder expresar o denunciar esta situación. Es nuestra obligación moral.
Estamos en disposición de explicárselo al director de la Uniformada, sin embargo, creo que lo saben, porque «lo mucho hasta Dios lo ve”.
Y esta no es una acción exclusivamente de Santo Domingo Este, ocurre en distintos puntos del país.