AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
DIA: 22
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Si Dios, nos traza el camino y nos revela el estilo de vida que desea que llevemos, no nos va a dejar en la oscuridad, de seguro va a iluminar nuestro camino a seguir para darnos la salvación.
Es por eso, por lo que debemos unirnos al Salmo 26 haciendo una exhortación al Señor:
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida,
¿Quién me hará temblar?
Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: «Busquen mi rostro». Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor”.
Cuando nos invada el terror y sintamos miedo frente a los contratiempos y calamidades, como le pasó a Abran (Génesis 15), dejemos de andar buscando las cosas de este mundo, recordemos tal como nos dice san Pablo que, nosotros somos ciudadanos del cielo (Pablo a los Filipenses 3), por tanto, Dios es nuestra luz y salvación.
Vamos pues, a dedicarle todos los días un momento profundo de oración al Señor y vas a ver cómo aprenderás a sentir y expresar: “Maestro qué bien se está aquí”, (Lucas 9) sintiendo la presencia viva de Dios, quien viene a traernos paz y a inundarnos con sus energías para fortalecernos.
Víctor Martínez te invita a recibir la luz del Señor a través de la oración profunda, quien viene a allanarnos el camino de la salvación.
Gracias a nuestra hermana Tairy Medina, quien estará orando hoy por todos nosotros, por hacer posible que esta reflexión llegue hasta todos ustedes.
Hasta la próxima.
