Devastación y exterminio del río Boyá va viento en popa
¡Cógelo, Picante! Ayer fue Cáceres Silvestre y está siendo procesado; hoy Guzmán Peralta y está siendo protegido

Buenos días….
En el 2021, un grupo de dirigentes del PRM, camuflados de voluntarios, realizó una jornada de reforestación en los alrededores del río Boyá, específicamente en una zona, que había sido devastada y contaminada por el general Adán Cáceres Silvestre.
En ese operativo, participaron empleados del Ministerio de Medio Ambiente, en Monte Plata. Lo recordamos muy bien.
Hoy, en el gobierno de Luis Abinader, que prometió una y mil veces defender el medio ambiente, su jefe de Policía, el general Guzmán Peralta, está haciendo más daño a esa zona y al río Boyá, que lo que hizo Cáceres Silvestre, y ninguno de ellos dice ni pío, convirtiéndose en cómplices de esa acción criminal, y donde se está utilizando equipos del Estado. ¡Qué vergüenza!
Ni siquiera, el Ministerio de Medio Ambiente, si es que existe, se ha referido a estas devastaciones. Y las pruebas sobran.
Y lo peor sobre las maravillas de Guzmán Peralta está haciendo en sus fincas de Sabana Grande de Boyá, donde está incurriendo en prevaricación, al utilizar equipos del Estado en trabajos personales, esa que cosa, que dice llamarse Dirección de Ética e Integridad Gubernamental, que mal dirige la señora Milagros Ortiz Bosch, no actúa, es cómplice de esas fechorías.
Nos cuentan que Milagros Ortiz Bosch no tiene tiempo para enfrentarse o dedicarle tiempo a los poderosos, sino a los pequeños, como el caso de las escuelitas de San Juan y otras poblaciones del sur, y a funcionarios de quinta y sexta categorías
Ella no se ha referido, nunca, a los robos de los recursos del Estado en la Policía, y mucho menos, a las inversiones que hace Guzmán Peralta en sus fincas de Sabana Grande de Boyá, donde construye carreteras, un puente y estanques para criaderos de peces y camarones, en terrenos que son propiedad del Estado, y que él, incluso, le arrebató a campesinos, que han tenido que abandonar, no esa zona, sino la región, por temor a perder su vida. Eso dicen comunitarios de allí, pero no se atreven a denunciarlo públicamente.
Y de esas acciones, ¡atención, país!, la señora Milagros Ortiz Bosch se hace cómplice por omisión, igualito que aquel personaje, que dice ser ministro de Medio Ambiente.
Pero bueno, ¿el CEA y Bienes Nacionales, también apoyan ese hurto de tierra del Estado?
Tampoco, la llamada comisión “anticorrupción” ha dicho, ni pío sobre ese desastre, sobre ese crimen, que poco a poco, se comete contra el río Boyá y el medio ambiente. Decíamos, y reiteramos, que eso es una historieta.
Nos cuentan agricultores de la zona, que tienen miedo de hablar, sobre el desastre ecológico que lleva a cabo Guzmán Peralta, porque la zona está militarizada. Ahí sí hay seguridad, nadie se atreve, ni siquiera, a acercarse a esas fincas.
No vale la pena, ni siquiera, referirse a la Procuraduría General de la República, porque eso no existe, se ha convertido en un organismo, totalmente apéndice del Ejecutivo, que únicamente se dedica a perseguir a los «corruptos» de ayer, y proteger, a los corruptos de hoy.
Coincidencia, el lunes el presidente Luis Abinader no fue a la reunión con la Policía, al Palacio de la Policía.
El presidente Abinader no se ha enterado, o quiere ignorar, la existencia de un rebu, de un lío, y no es ropa, entre Faride Raful, ministra de Interior y Policía, y Guzmán Peralta, director de la Policía.
Aunque Faride tiene la razón, porque Guzmán Peralta y el general Cruz Cruz, hicieron lo que quisieron con los ascensos y las puestas en retiro, pisoteando la ley y el reglamento policial, apostamos a que el figurín de la Policía será el ganador, porque el compromiso es muy fuerte, por el lío que protagonizó en el 2020 en la JCE y que, al final, fue decisivo para que Abinader llegara al poder.
Nos vemos, vamos rumbo a Sabana Grande de Boyá, allá nos esperan un grupo de agricultores y comunitarios que no tienen miedo, y que están dispuestos a defender con su vida el río Boya. ¿Y el grupo rebelde, dónde está?