Almagro plantea invasión militar en Venezuela como ocurrió en RD
CÚCUTA, Colombia.- El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, considerado un enemigo personal del presidente Nicolás Maduro, estaría auspiciando un derramamiento de sangre en Venezuela, al plantear una intervención militar en ese país, bajo el alegato de “restaurar” la democracia y “aliviar” la crisis humanitaria, como ocurrió en 1965, en República Dominicana, donde miles de dominicanos fueron asesinados por las fuerzas intervencionistas, dirigidas por la OEA.
Almagro realizó la advertencia durante una visita a la frontera de Colombia con Venezuela, donde denunció la “dictadura” socialista del presidente Nicolás Maduro por causar una crisis de migrantes en la región.
La crisis económica se ha empeorado en Venezuela por los bloqueos a que ha sido sometida esa nación por el presidente de EE.UU., Donald Trump, que al igual que Almagro, plantea una intervención militar en ese país, que de llevarse a cabo, provocaría un derramamiento de sangre, de grandes magnitudes.
“En cuanto a la intervención militar para derrocar a Nicolás Maduro, no debemos descartar ninguna opción”, declaró Almagro en una conferencia de prensa en la ciudad colombiana de Cúcuta.
“Este régimen lo que está perpetrando son crímenes de lesa humanidad, violación de derechos humanos, y el sufrimiento de la gente en el éxodo inducido que está impulsando hace que la acciones diplomáticas estén en primer lugar, pero no debemos descartar ninguna acción”, dijo.
La de Almagro ha sido una de las voces más críticas con Maduro en Latinoamérica, pero hasta el viernes no se había mostrado dispuesto a llegar tan lejos como Trump, que el año pasado planteó la posibilidad de una “opción militar” contra el mandatario venezolano.
En varias reuniones con asesores y con líderes latinoamericanos, Trump discutió también la posibilidad de una invasión estadounidense al país.
Sin embargo, para muchos en Latinoamérica, la perspectiva de una intervención militar reviviría los recuerdos de la Guerra Fría, cuando Washington respaldó golpes de estado y rebeliones en países como Chile, Cuba y Brasil.
En el caso de Almagro, la amenaza del uso de la fuerza es especialmente sorprendente luego de condenar el respaldo que ofreció la región a la invasión estadounidense de República Dominicana en 1965 para sacar del poder a un presidente elegido democráticamente pero procubano.
La intervención, que se realizó en nombre de la OEA, dejó miles de muertos y durante décadas avivó el resentimiento de América Latina hacia la idea de volver a usar la fuerza contra una nación soberana.
El secretario general del organismo se disculpó en 2015 por el papel de la OEA en la invasión, señalando que estos actos no deberían repetirse.