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¿Angel o demonio?

  AYUDAME A SALVAR UNA VIDA   

 

 

 

REFLEXIONES…

 

 

 

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Comparto un escrito de Susana Rangel que me llegó por WS:

“Se le pidió a un hombre que pintara un bote, trajo su pintura y pinceles y comenzó a pintar el barco de un rojo brillante, tal como se lo pidió el dueño. Mientras pintaba notó un pequeño agujero y lo reparó tranquilamente, cuando terminó de pintar recibió su dinero y se marchó.

Al día siguiente el dueño del barco acudió al pintor y le presento un cheque mucho más alto que el pago por la pintura, el pintor se sorprendió y le dijo: “ya me había pagado por pintar el barco, señor”, el señor le contestó: pero esto no es por el trabajo de la pintura, es por reparar el agujero del barco.

¡Ah!, pero fue un servicio tan pequeño, respondió el pintor, no vale la pena pagarme una cantidad tan alta por algo tan insignificante.

Mi querido amigo, no lo entiendes, déjame decirte lo que pasó: “cuando te pedí que pintaras el barco, olvidé mencionar el agujero, cuando el barco se secó mis hijos tomaron el barco y se fueron a pescar, no sabían que había un agujero, yo no estaba en casa en ese momento, cuando regresé y noté que habían tomado el barco, me desesperé, porque recordé que el barco tenia un agujero, imagina mi alivio y alegría, cuando los vi regresar de la pesca, entonces examiné el barco y descubrí que habías reparado el agujero. ¿Ves ahora lo que hiciste?, salvaste la vida de mis hijos, no tengo suficiente dinero para pagar tu pequeña buena acción, emprendedora.

No importa quien, cuando o como, tu continúa ayudando, sosteniendo, limpiando lágrimas, escuchando atentamente y reparando cuidadosamente todas las fugas que encuentres, nunca se sabe cuándo necesitan de nosotros o cuando Dios tiene una agradable sorpresa para que seamos útiles e importantes para alguien.

A lo largo del camino es posible que hayas reparado numerosos agujeros de barcos sin darte cuenta de cuantas vidas has salvado, a veces tapamos agujeros escuchando a alguien con atención, con un gesto dulce y amable, con un caluroso saludo, extendiendo la mano o haciendo una llamada diciendo: “Estoy contigo, ¿en qué te puedo ayudar?”

Sin embargo, hay otras personas que se especializan en abrir agujeros, se ensañan con quienes son débiles, tímidos, faltos de carácter o cuando están con la autoestima baja, en esta vida hay contrapesos, ángeles que tapan agujeros y demonios que los abren.”

Víctor Martínez te invita a pensar si eres ángel o demonio, ojalá seas de los que tapan agujeros a diario, Dios se sentirá orgulloso de ti, por ayudarlo en la transformación del mundo.

Este mensaje ha llegado a ustedes como cortesía de la Escuela de Pintura Mayra Martínez.

Hasta la próxima.

 

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