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Así deben ser los amigos

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Hola, amigos ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

La amistad es uno de los regalos más bonitos que podemos dar y recibir. Dios nos creó para relacionarnos, no para estar solos y apartados de los demás.

En diferentes etapas de nuestra vida, Dios nos regala personas especiales: nuestros amigos. El tema de la amistad está presente en la Biblia y en el libro de Proverbios encontramos muy buenos consejos sobre cómo escoger y cómo ser buenos amigos. Aprendamos a ser amigos genuinos que llevemos bendiciones y alegría a los demás.

Un amigo es alguien especial con acceso a áreas de nuestra vida a las que no dejamos entrar a todo el mundo. Sus actitudes nos influyen y a veces terminamos adoptando rasgos de conducta que vemos en ellos. Por eso necesitamos ser sabios al escoger a quién dejar entrar en nuestro mundo.

Ser amigo leal, es no permitir que otras personas nos vengan con comentarios malintencionados y chismes sobre ellos, debemos abogar siempre a favor de nuestro amigo, no contra sus confidencias, ni alimentar chismes.

Somos seres imperfectos, cometemos errores y tenemos diferencias de opinión. Si queremos que una amistad crezca y perdure, necesitamos estar dispuestos a perdonar. Si nos importa más tener la razón o que se hagan las cosas a nuestra forma, puede ser que el amor por la persona no sea muy grande ni la amistad real.

Los verdaderos amigos comparten las alegrías y las tristezas, siempre permanecen a nuestro lado y nos animan. Los amigos de verdad buscan el bienestar nuestro y hacen todo lo posible por ayudarnos y bendecirnos.

Pero es con el dinero donde se conocen en verdad los amigos, nos dice Proverbios 19:4 “con las riquezas aumentan los amigos, pero al pobre hasta su amigo lo abandona”. Un amigo de verdad no se fija en nuestra cuenta de banco, ni en nuestra posición social, incluso es quien te facilita dinero en momentos de necesidad, pues nos valora, no por lo que tenemos o dejamos de tener.

Nuestros amigos deben tener valores afines a los nuestros, y ser persona que respeten nuestro espacio personal y nuestra privacidad, ser amigo no nos da permiso para inmiscuirnos en todo o exigir que nos hagan partícipes de todos los aspectos de su vida. No es buena señal si una persona llama constantemente o aparece a visitar a cualquier hora sin verificar si es un buen momento. Esto es un indicio de inseguridad y deseo de control, nos dice Proverbios 25:17 “no frecuentes la casa de tu amigo; no sea que lo fastidies y llegue a aborrecerte”.

A veces los amigos nos dicen verdades dolorosas, pero el simple hecho de que se atrevan a decirlas y las digan con amor muestra que valoran mucho a la otra persona, “más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa” Proverbios 27:6

La amistad debe ser como un bálsamo a nuestras vidas trayendo consuelo, alivio y paz a nuestros corazones. Las palabras y actitudes de los amigos nos deben dar nuevas fuerzas para enfrentar los problemas de la vida.

Por último, Víctor Martínez te recuerda aquella enseñanza de Proverbios 27:10, donde nos recomienda no abandonar a tu amigo ni al amigo de tu padre, pues podemos encontrar buenos amigos y aprender mucho con gente de otra generación, la amistad no debe limitarse a los que tienen nuestra edad. Los mejores amigos son los que prueban su lealtad con el pasar de los años, los que muestran que puedes contar con ellos en todo momento. Esta clase de amigo puede llegar a ser más valioso que nuestra propia familia.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestro hermano y gran amigo Marcelo Alburquerque. 

Hasta la próxima.

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