AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Domingo 30 de junio, me levanto dando gracias a Dios por este nuevo día, pero pidiéndole perdón por haber suspendido una actividad, que a mi juicio daría grandes frutos para Su Gloria, sentí desobediencia de mi parte, me entristecí un poco.
Estoy desayunando, cuando el portero de Casa San Pablo se acerca y me dice que ahí hay unas señoras que vinieron al Retiro Espiritual del día, “dígale que la actividad fue pospuesta para la próxima semana”, pero de inmediato reacciono y le digo: “espere yo voy a ir”.
Al salir me encuentro con la distinguida dama doña Ana Luisa, acompañada de una de sus hijas, conversamos, le expliqué la razón de la posposición de la actividad y me compartían el éxito que tuvimos con los jóvenes el sábado pasado, pues había algunos de sus nietos.
Doña Ana Luisa acababa de enviudar, pero cada una de sus palabras, de sus sentimientos externados, irradiados con aquella ternura, aquel amor y aquella paz me llenaron de regocijo, pues sentía la presencia de Dios entre nosotros.
Dios me pasaba la mano en aquel momento y me pedía no entristecer mi corazón, repitiéndome: “Todo al tiempo de Dios”.
A unos metros en un vehículo doña Carmen Dilia, otra gran hermana, de gran calidad humana, se encontraba sentada en su vehículo, y al vernos decidió desmontarse y unirse a nuestra conversación, al llegar me daba las gracias por todo lo que yo había hecho por su familia, sus hijos, ya adultos, en algún momento histórico en que pasaron por mis manos, en uno de los tantos retiros o actividades realizadas en favor de la juventud, en mi trayectoria diaconal.
Tres damas enviadas por Dios esa mañana para quitar la tristeza de mi corazón, para animarme a continuar con perseverancia con el programa propuesto para glorificarlo en este verano. ¡Ah, Dios!, que siempre me habla, y estas pendiente a todas mis cosas, de cada detalle, Él siempre escribe derecho en líneas torcidas.
Víctor Martínez les confiesa que convocar a la gente no es fácil, y aun más cuando se trata de las cosas de Dios, a veces me desanimo, siento temor, me canso y es entonces cuando el Padre se las ingenia para darme sus señales.
DIOS ESTA EN TODAS PARTES, es la gran actividad del miércoles 14 de agosto a las 7:00 p.m. en la que el Padre ha querido que yo acepte ese gran reto y lo glorifique, sé que esa noche el Espíritu Santo se derramará sobre nosotros y nos dejará muchas riquezas espirituales, mucha sanación, y muchas bondades.
Que la gracia y la paz sean con ustedes de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
Hasta la próxima.