AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿Qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
En las lecturas de hoy, Elías y Jesús protagonizan dos episodios que giran en torno al pan. Huyendo por el desierto, el gran profeta Elías se siente débil, cae en el desaliento y se desea la muerte. Pero el Señor le envía un pan y un agua que le proporcionan un vigor extraordinario que le ayuda a alcanzar su meta, el monte de Dios. Jesús, en cambio, se presenta a sí mismo como el pan vivo bajado del cielo, cuya fuerza de vida supera a la del pan de Elías.
La primera lectura relata la huida de Elías, el profeta desesperado, porque su misión profética no tiene éxito. Pero Dios le sale al encuentro con pan y agua, alimento que le devuelve las fuerzas. Nueve siglos después, Cristo se ofrecerá al mundo como ese pan que da vida eterna.
El salmo 33 se hace eco de esta situación que acabamos de escuchar, símbolo de tantas que había sufrido el pueblo de Israel, y lleno de confianza en Dios, le alaba por su cercanía. Nosotros también le alabamos diciendo: Gusten y vean qué bueno es el Señor.
Pablo da a los cristianos de Éfeso unas normas de vida Comunitaria que siguen plenamente de actualidad, por eso escuchemos atentos, que el llamado es para nosotros ahora. Es san Pablo a los Efesios 4 que le ha servido de inspiración a Víctor Martinez, desde años atrás, para asumir una actitud frente a la vida que me convirtió en el hombre más feliz del mundo. Escuchen:
“No pongan triste al Espíritu Santo de Dios con que él les ha marcado para el día de la liberación final. Destierren de ustedes la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sean buenos, comprensivos, perdónense unos a otros como Dios los perdonó en Cristo. Sean imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivan en el amor como Cristo los amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor.” Palabra de Dios.
Confieso que pretender actuar conforme a lo que Dios manda, transformando mi corazón me ha costado mucho y aun no lo he logrado del todo, pero seguimos luchando por ser imitador de Dios.
Es el Evangelio de Juan 6 quien muestra a muchos, que no han sido llamados por Dios para vincularse a él, por eso hoy Jesús pasa a identificarse como el alimento de inmortalidad, bajado del cielo.
Atendamos pues, al llamado de Dios en nuestros corazones, reconociendo que es Jesús el alimento de inmortalidad, bajado del cielo.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por la Fundación Farach
Hasta la próxima.