AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Es “Ayúdame a Salvar una Vida” una frase que me inspiró el Espíritu Santo cuando quince años atrás aquella santa y humilde mujer de grandes principios y valores luchaba por salvar su vida frente a una delicada situación en la que necesitaba un trasplante de riñón, se me ocurrió impartir una serie de conferencias acerca de la relación de pareja, para ayudar a reunir los altos costos de aquella operación.
Luego uno de los monaguillos de la Iglesia apareció con la misma situación, y procedí a impartir unas conferencias acerca de los Peligros que acechan a los jóvenes, para reunir los costos de los mismos.
Gracias al Padre Marcial Silva, en paz descanse, quien nos facilitó las instalaciones de su parroquia para realizar estas actividades sin ningún costo, gracias a Dashira Martinez quien se encargó en la Plaza de la Salud donde trabajaba, de facilitar todo lo necesario, dándole apoyo y seguimiento a este niño monaguillo para que saliera exitoso de su trasplante, gracias al Señor quien nos usó, nos inspiró para la realización de estas obras.
Es un niño de 6 años de uno de los barrios marginados del Evaristo Morales quien necesita una operación de corazón abierto, su familia, muy necesitada, y sus vecinos, paraban los vehículos con letreros, pidiendo ayuda, procedí de inmediato, al ver aquella escena, con mi slogan “Ayúdame a Salvar una Vida” a impartir otras conferencias para ayudar con tal causa.
Todos sanos y salvos para la Gloria de Dios, continué ayudando a dializar personas, comprar medicamentos a tanta gente necesitada de mi país.
Todo esto me llevó a la creación de lo que hoy es la Fundación Vidas en Desarrollo, dedicada a la propagación de la Palabra de Dios por el mundo entero y dar asistencia médica a quien nos la solicita, de aquí que con frecuencia solicitamos ayuda para personas que necesitan mejorar su salud o salvar sus vidas.
Hoy Carlos Martínez Paniagua, un humilde sereno de mi país, tiene serios problemas de salud y necesita sus medicamentos, he enviado una publicación pidiendo ayuda y no he recibido respuesta por parte de alguien, deseo apelar una vez más a ustedes para que nos ayuden con este hijo de tu Dios, tu hermano.
Siempre he dicho que con RD$100.00 pesos dominicanos tu no pagas ni siquiera un desayuno, es más, ya ni el parqueo de una plaza. Si cada uno de los que me escuchan a diario nos aportaran RD$100.00 o US$2.00 dólares o LT$50.00 cada mes, hiciéramos mucho por los hijos necesitados de Dios.
Todo es cuestión de disposición, de conciencia, de ponerse una mano en el corazón y la otra en el bolsillo, no creo que nadie de los que me escucha sea tan necesitado que no pueda hacer un pequeño aporte.
Por favor, ayuden a Carlos ahí les envío de nuevo su teléfono si quieren contactarlo directamente a él, (+1 809 820 4228) y a nosotros los que nos queremos dedicar exclusivamente a las cosas de Dios, ya que tu no tienes tiempo o vocación para esto, no digas que no puedes, no seas indiferente, al final Dios te devolverá engrandecido, cualquier aporte.
Víctor Martínez sigue orando intensamente por ustedes, enviándoles los mensajes de amor y asistiendo a todo el que me pide ayuda, sin importar que contribuyan con nuestra misión de llevar la Palabra de Dios por el mundo entero.
Dios bendiga a las tantas personas necesitadas del mundo y le de fuerza espiritual, paz, amor y esperanza.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes, gracias a nuestra Comunidad de Amor.
Hasta la próxima.