AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal?, Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
“Somos ciudadanos del mundo”, es una expresión que no todos alcanzan a entender sobre todo cuando nacemos, crecemos, y nos desarrollamos en una pequeña isla en medio del océano, enmarcados en el grupo de países subdesarrollados.
Los de mi generación no alcanzábamos a ver más allá, a diferencia de estas nuevas generaciones que sin importar donde se encuentran disfrutan de los beneficios de un mundo ya globalizado, que les brinda las herramientas para conectar, conocer, enseñar, aprender y escudriñar todos los rincones del planeta.
Dar un salto como el que Víctor Martinez se atrevió a dar de 10,000 kms de distancia con una edad en desventaja, renunciando a todo, para llegar a un país con una cultura tan diferente, un idioma extremadamente difícil, y sin una Iglesia al doblar de cada esquina como la tenía en mi país, con un clima terriblemente frio que me enseñó a amar todos los dolores de los achaques propios de mi edad, sin seguro médico, sin recursos, pero creyendo en las promesas de mi Señor, de que Él me proveerá, y dejándome llevar de sus señales que han estado iluminando mi camino, todo esto me ha enseñado a ver el mundo desde otra perspectiva y a descubrir lo que es ser ciudadano del mundo.
Hermanos queridos, Dios está en todas partes, y todos somos sus hijos, sin importar raza, color de piel, cultura, religión o creencia, posición económica, y a todos nos debemos.
La indiferencia no cabe en los planes del Señor, tenemos que entender que todos somos sus hijos y no hay situación más triste para un padre que ver a sus hijos peleándose, odiándose, comportándose con egoísmo y celos, por eso Dios quiere que entendamos que, como ciudadanos del mundo, somos sus hijos y debemos comportarnos con paz y amor, apoyándonos y ayudándonos unos a otros.
Ya es hora de que abramos nuestra mente y nuestro corazón y entendamos que no nos pertenecemos y que estamos donde Dios nos ha querido poner para cumplir una misión sagrada en favor de la humanidad, del planeta tierra, así cuando empecemos a descubrir y a tratar a nuestros hermanos de otros planetas, pertenecientes a una de las miles de galaxias que existen en nuestro universo, nos daremos cuenta de la grandeza de Dios y del maravilloso gesto que ha tenido de permitirnos pertenecer a su mejor planeta, seamos agradecidos cuidándolo y comportándonos como verdaderos ciudadanos del mundo.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Gloria Pérez.
Hasta la próxima.