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Audio: Ver, oír y callar

REFLEXIONES...

 AYUDAME A SALVAR UNA VIDA 

 

 

Hola, amigos, ¿Qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Hace unos días hablaba de la oración de arrepentimiento que hacemos constantemente en la Iglesia Católica, como acto de contrición, “Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamientos, palabras, obras y omisión…” y hacía hincapié en el pecado de omisión.

Ver, oír y callar, un consejo supuestamente sabio que nos convierte en cómplices de lo mal hecho.

Al llegarme un artículo del hermano José Luis Taveras, me sentí inspirado a hacer algunos comentarios recalcando mi preocupación sobre la indiferencia de la gente ante las cosas del bien y la presencia de Dios.

Santiago 4 nos dice “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”, era este fiel seguidor del Señor quien recriminaba la injusticia social y exigía actuar con ética, pues insistía en que pecar no solo es hacer lo malo, sino también es no hacer lo bueno.

“Y es que la mayor parte de las faltas humanas se consuman en quebrantar un mandamiento, más que en no hacer para que se cumpla. De esta manera, se peca tanto por acción como por omisión”. Tal como nos lo plantea Taveras.

Pienso que debemos revisarnos como buenos cristianos y dejar de asumir actitudes, a veces por cobardía, en la que no queremos meternos en nada, denunciar nada, ni responsabilizarnos de nada ante lo malo que percibimos por querernos callar.

Me gustaría saber qué vamos a responder a Dios cuando nos pregunte por qué permití situaciones en mi entorno que debí denunciar para ayudar al prójimo.

Víctor Martínez piensa que estamos viviendo en un mundo que va camino a su fin, pues con tanto egoísmo, tanta violencia, tanta indiferencia, tantos odios, guerras, envidias, competencias desleales en las que queremos salir adelante sin importar perjudicar al otro, todo es señal de que nos estamos destruyendo.

Mientras, seguiremos luchando por sembrar, hacer el bien, tocar corazones, transformar personas y llevar la Palabra de Dios por el mundo entero.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias a nuestra hermana Virginia Serulle, quien desde Turquía nos brinda su apoyo.

Hasta la próxima.

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