Calamar y Odebrecht, instrumentos de acoso político… ¡Cógelo, Picante!
Buenos días…
Las investigaciones del caso Calamar nacen, crecen y se están desarrollando cojas.
En ese caso, igualito que en Odebrecht, no están todos los que son… Hay vacas sagradas y las investigaciones son orientadas, desde fuera del Centro de los Héroes.
A propósito, pregunta un amigo lector: ¿En qué se parecen Calamar y Odebrecht?
Y nosotros respondemos: En que en ambos casos, la corrupción está en primer plano. La persecución, politizada. No están todos los que son. Hay vacas sagradas, al por mayor y al detalle. Y si caen todos los que son, sucumbirán, hasta los altares.
Hay gente importantísima, políticos con el agua hasta el cuello y que no son del PLD, ni están en la oposición.
Aunque están los morados, hay muchos azules que están metidos en el rebu, pero están siendo protegidos. ¿Verdad que sí, don Hipólito?
Santiago Moquete, ex izquierdista, dueño de una fundación, supuestamente creada para defender los terrenos del Estado, no es un maíz. Admite su pecado, para no ir al infierno, ¡perdón!, a la chirola. ¡Ay, doctor!
El rosario de Ángel Lockward viene desde muy lejos. Se ha visto envuelto en casos horribles, pero siempre sale parado. Ahora cacareó, se paró como un gallito, pero al final, eran tantas las pruebas, que tuvo que arrodillarse, juntar sus manos, mirar hacia arriba y admitir la culpa.
Hay, Mélido Torres está pataleando, convertido en un tiburón de tierra, pero ni siquiera, su amigo, el poderoso Chapulín, podrá sacarlo del lodo. A menos que llegue una orden de que dejen eso así… Si se actúa con justicia, ¡ay, doctor! ¿Logrará evadir esta nueva imputación?
Nos cuentan que don Hipólito está calladito, sudando la gota gorda, como un tomate, mientras su amigo, José Ramón -ajo- Peralta está en el purgatorio, ¡perdón!, esperando lo que no quiere que llegue, que la juez le conceda un visado para Najayo.
Juan Hubieres es un hombre con suerte. Sólo una persona, para limpiarse, se atrevió a acusarlo de “delincuente”… Hoy, esa persona está en el purgatorio, donde admitió que, realmente, él es el delincuente.
Por eso es que dicen que para hablar mentiras y comer pescado, hay que tener mucho cuidado. ¿Verdad que sí, doctor?
En el gobierno del “cambio” están promoviendo el cooperativismo. Sin embargo, ni el IDECOOP ni la Policía Nacional se han referido al desfalco de la cooperativa de los policías. ¿Complicidad?
En buen dominicano, los agentes que tenían sus ahorros en esa cooperativa, en buen dominicano, se fuñeron, se jodieron… Mientras tanto, los autores de cometer ese hurto, andan pa’ arriba y pa’ abajo, como si nada hubiese pasado. ¡Estamos cambiando!
¿Pero bueno, y que investigó la Policía sobre el incendio inteligente ocurrido en la Cooperativa de los policías, donde sólo se quemaron los archivos muertos que, en 72 horas, iban a ser auditados?
Este “cambio” no hay quien lo entienda, mucho cacareo, y no aparece el «menudo» por ninguna parte.
Hasta la próxima, vamos camino hacia Puerto Plata, haremos una visita a un ciudadano que quiere dar a conocer sus vicisitudes y la extorsión de que ha sido víctima por quienes pretenden robarse los terrenos, que eran propiedades del fenecido ciudadano alemán Carlos López Westen, y que hoy están siendo reclamados por sus sucesores.