Chile, Brasil y Argentina
Bordeando las fronteras del militarismo y la corrupción, y realizando grandes compromisos con Washington, algunas figuras ascendieron a las presidencias de sus naciones.
A modos de ejemplos, veamos primero a Brasil, donde el actual mandatario Ignacio Lula da Silva, se impuso con la ayuda del Tío Sam, contra el entonces presidente Jail Bolsonaro, candidato de los militares, y ferviente seguidor de Donald Trump, lo que motivó que Lula da Silva, enganchara en perchas algunas vestimentas ¡democráticas! y vendiera su imagen al mejor postor.
Mientras, en Chile, el candidato Gabriel Boric, anunció que daría algunos ministerios a familiares del expresidente Salvador Allende…
¿Cuáles mentiras más vertió para llegar a Las Monedas, donde cayó víctima de los carabineros del general Augusto Pinochet, el presidente Allende?
El presidente Gabriel Boric, aún desconoce las dimensiones del presidente que fue asesinado el 11 de septiembre de 1973.
En cada caso parecería que se busca borrar la historia de lucha y resistencia de algunos países, evitando enfrentarse a los perpetradores de abonadas, y así garantizar el poder.
Curiosamente, en las naciones citadas, es donde con mayor crudeza han golpeado los militares y Estados Unidos, sellando la tripleta de derecha extrema de Javier Milei, de Argentina.
Si observamos por el retrovisor, ¿quién no iba a decir que el poderoso movimiento obrero de Argentina únicamente florecía en la prensa?
La derecha extrema está en ascenso, y la casi totalidad de países, temerosos de caer en desgracia con Washington, buscan su protección, aunque eso signifique traicionar a sus naciones.