Los soldados de Ucrania enviados a Kursk para tratar de dañar una central nuclear, siguen estacionarios en el mismo lugar, seguros de su final, así que nunca volverán a su punto de partida…al menos, vivos.En una temeraria decisión, la administración Zelenski decidió internarse 23 kilómetros en territorios rusos, más para fines publicitarios que situarse en una posición clave para avanzar a zonas más profundas dentro de la Federación.
Observadores que siguen los movimientos de tropas ucranianas, indican que internamente, Zelenski sabía que nada lograría al internarse en territorio ruso a esos militares, salvo decidir que murieran en suelo extraño.
Explican los observadores que actualmente, militares de altos mandos carecen de autoridad al momento de ordenar que subalternos marchen a zonas conflictivas sin garantía de combatir con éxito ante la maquinaria militar rusa.
Asimismo, agregan que asesores extranjeros ofenden a los soldados por cualquier error que en los entrenamientos puedan producirse.
Incluso, también citaron las presiones de los militares que están varados en Kursk.
Actualmente, el mandatario ucraniano sigue tocando las puertas de los candidatos presidenciales de Estados Unidos, pues da la impresión de la intención de Washington de ejercer un mayor control de los recursos que se otorgan a Ucrania.
