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Director de la PN en Santiago es ¿una vergüenza? para la sociedad

¡Cógelo, Picante!

Buenos días…

No nos gusta el chisme, pero nos entretiene…

En este país, nuestro país, la República Dominicana, cualquier escoria humana, en la Policía Nacional, llega al rango de “general”.El presidente Luis Abinader ha hecho un paquete de oficiales generales, algunos sin méritos para ostentar ese rango, y mucho menos, las posiciones que actualmente ocupan.Oficiales con un negro historial en la Policía, han sido ascendidos a “generales”. Uno de de esos ¿generales? se atrevió a aludir a RI, diciendo que era “agitador”. ¡Cógelo, Picante! hizo una visita breve a Santiago, en ruta hacia Puerto Plata y fue informado de lo que está pasando en algunos barrios de esa ciudad… Casos vergonzosos.El DNI debe investigar las actuaciones de algunos oficiales, cercanos al director regional de la Policía, en Santiago, y sus constantes visitas a importantes puntos de drogas. Ese general, que es director policial, en Santiago, de nombre Juan Bautista Jiménez Reinoso, es una vergüenza para la  sociedad. Pero, en esa “nueva” Policía, caben todas las escorias. Y si no lo creen, que sea, ese mismo general, director de la Policía en Santiago, que le explique al país, y al presidente de la República,  Luis Abinader, por qué estuvo por un largo tiempo suspendido en funciones, estando en Cotuí, cuando era capitán.Que le explique al país, siendo comandante de la DIGESETT, en Santiago, qué hacía con las motocicletas retenidas, y si el presidente Abinader quiere saberlo, que ordene al DNI investigarlo. Eso sí, si Jiménez Reinoso no explica por qué  fue suspendido y cómo logró su rehabilitación en la Policía, entonces ¡Cógelo, Picante! hará la revelación, y que le pique a quien le pique. Tenemos las pruebas. ¡Atención, país! Como diría alguien por ahí… ¡Confirmado! Fue en La Isabela, Puerto Plata, donde un haitiano “se llevó” una unidad de la Policía Nacional.El vehículo estaba estacionado, y en un descuido de los agentes, el extranjero se la llevó. Y nos dicen que ese morenito,guiando la unidad policial, se parecía al legendario monito Kike… ¡Ay,Dios!Allí, nos enteramos, que las camionetas policiales reciben, cada 24 horas, 4 galones de combustible. ¡Ave María Purísima! Eso debe ser investigarlo por el presidente Abinader, o mejor dicho, el jefe de Estado debe ordenar al DNI que lo investigue.Esto lo explicó a ¡Cógelo, Picante! un agente, chofer de una unidad policial, quien dijo que: «Hay que  josear para poder echarle combustible a la unidad”. ¡Qué vergüenza! ¿Y esa es la reforma policial? ¿Así es que actúa la nueva Policía Nacional? El flamante director general de la Policía Nacional debe explicar, ¿a dónde se va el combustible de esa institución? Permítannos dudar la versión que nos dio un coronel de la Policía Nacional, muy serio, por cierto, de que los carros policiales reciben diariamente 2 galones de combustible, y las motocicletas, un galón. Si es verdad, y no es un chiste, entonces… ¡Eh más, dejémoslo ahí! ¡Presidente! Ordene investigar esa vagabundería.Ahora entendemos, por qué algunos policías tienen que, hasta extorsionar. ¡Cógelo, Picante! no sabe quién es el encargado de combustibles en la Policía, ojalá no sea el mismo que desempeñó esas funciones en la DIGESETT, donde una auditoría detectó irregularidades por más de 155 millones de pesos en tickets de combustibles, en la gestión de Guzmán Peralta. Seguiremos escribiendo sobre la Policía hasta que el presidente Abinader saque las escorias de esa institución, e inicie una verdadera reforma policial y encuentre la fórmula para enfrentar la preocupante y alarmante inseguridad ciudadana.Por cierto, en los últimos días, la delincuencia y la criminalidad se han hecho sentir con fuerza. Lamentable la tragedia de una yola repleta de dominicanos, y de extranjeros, que zozobró en la costa de Miches, hace unos días, y aún se desconoce el número de muertos. La yola se dirigía hacia Puerto Rico, en forma clandestina, pero todas las autoridades, incluyendo la Armada Dominicana, sabían de ese viaje de dominicanas, que huían de la crisis económica que afecta al país.

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