El amor por la Patria no debe morir
Por Augusto Álvarez
El orgullo nacional, en ocasión de conmemorar el mes de la Patria, se siente más disminuido en la medida se escala en el tiempo.
Anteriormente, el uso de la bandera en la casi totalidad de los hogares resultaba evidente, aunque ignoramos si era por temor a la represión o vehemencia patriótica.
En el interior del país, entre las escuelas y las autoridades municipales, el fervor aún no ha muerto, e incluso, las actividades de los escolares son seguidas con calor por las comunidades.
Observamos en Santana, Baní, como los lugares prácticamente se adherían al desfile de escolares, el cual habría sido organizado por la instancia superior del sistema educativo, y hasta la autoridad municipal.
Si en las puertas de los hogares se hubiese colocado la Bandera Nacional, el fervor a la Patria se habría sentido más.
¿Que el precio de una bandera escapa a los bolsillos de cientos de miles de personas? Cierto, pero el amor patriota no debe morir, aunque ciertos sectores quieran donar nuestra soberanía.